La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, y el presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, defendieron ayer la honradez de Manuel Chaves, y atribuyeron las "mentiras" de los dirigentes del PP "a que no le perdonan no haberle podido ganar en las urnas".

En un acto electoral en Granada, De la Vega aseguró que Chaves "se ha dejado la piel por los andaluces" durante su etapa como presidente de la Junta, y afirmó que "nadie va a lograr ensuciar su nombre con mentiras", en referencia a la polémica por la subvención de la Junta a la empresa Matsa, en la que trabaja la hija de Chaves. "No le perdonan que nunca pudieran ganarle y que los andaluces confiaran en él elección tras elección", indicó la vicepresidenta, que recriminó al PP que ahora quiera "lograr con mentiras lo que los andaluces nunca les han dado". También Griñán defendió la labor de Chaves y acusó al PP de tratar de "manchar la imagen del hombre más honesto que ha tenido Andalucía".

Por su parte, El secretario general del PP andaluz, Antonio Sanz, insistió ayer en criticar lo sucedido y manifestó que "en una democracia normal, Chaves ya no sería vicepresidente de ningún Gobierno porque le han pillado". Sanz declaró que este asunto es "un escándalo nacional", y pidió a Griñán que acepte la comisión de investigación reclamada por el PP en el Parlamento.

Concentración. En medio de la polémica, los trabajadores de Matsa tienen previsto concentrarse hoy "en defensa del empleo y los proyectos mineros".

Desde UGT-Huelva se explicó que se trata "de una acción preventiva, para no dejar hacer a los que lanzan incertidumbre en sus mensajes". A la vez, UGT solicitó a los políticos "que no utilicen a las empresas electoralmente, pues no son moneda de cambio".