El presidente de la Junta, José Antonio Griñán, y el presidente del PP andaluz, Javier Arenas, han polemizado hoy en el Parlamento a cuenta de sus respectivos sueldos a raíz de la propuesta del dirigente popular de que todos los políticos se rebajen un 15 por ciento de sus salarios.

En la sesión de control al Gobierno andaluz durante el pleno del Parlamento, Griñán ha respondido a una pregunta relativa a la reforma de la administración autonómica formulada por Arenas, aunque el debate finalmente transcurrió por los derroteros de las medidas de ajuste planteadas por el Gobierno central.

La polémica entre ambos dirigentes se ha producido después de que el presidente del PP-A recordara que ayer propuso una reducción del 15 por ciento de los sueldos de los miembros del Gobierno andaluz y de todos los políticos, una medida que, en su opinión, sería "ejemplarizante" para los ciudadanos en estos momentos de crisis.

"Le estoy hablando de su sueldo y del mío, así que déjese de teatro", ha subrayado Arenas, a quien el presidente de la Junta le ha advertido de que ganaba menos que él, a lo que el presidente del PP-A le ha respondido preguntando cómo sabía lo que cobraba y si conocía su declaración de la renta.

La reacción de Griñán fue recordarle a Arenas que sabía que su sueldo de senador era superior al del presidente de la Junta, y la respuesta del presidente del PP andaluz fue que estaba "convencido" de que también los senadores socialistas iban también a respaldar ganar un euro menos que el jefe del Ejecutivo regional.

El presidente de la Junta de Andalucía zanjó el asunto en su último turno ironizando sobre que él no estaba pidiendo subirse el sueldo para equipararse con el de los senadores, sino que lo que deseaba es que Javier Arenas, como senador, se lo bajara para igualarlo al del jefe del Ejecutivo regional.

Por lo demás, el debate transcurrió por la senda que marcó el anuncio de recortes realizado ayer por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y que el presidente del PP andaluz llegó a definir lacónicamente: "la fiesta se ha acabado".

"El gasto sin control se ha acabado, los pilares del Estado del Bienestar se están tambaleando", ha indicado Arenas, quien ha reprochado a Griñán que siga definiéndose como "garante de las políticas sociales" y que siempre dijo que "jamás" recortaría las prestaciones cuando ahora respalda las medidas del Gobierno.

El líder del PP-A, que ha asegurado que "los más débiles" son los que al final terminan pagando la "pasividad" del Gobierno a la hora de adoptar medidas, ha reclamado un pleno extraordinario en el Parlamento para debatir el impacto de la crisis, al tiempo que ha vuelto a reclamar a Griñán "más austeridad".

El presidente andaluz, que ha indicado que la propuesta de una reducción del 15 por ciento de los sueldos de los políticos partió del PSOE, se ha defendido de las críticas de Arenas recordándole que desde el Gobierno y la Junta se pide sacrificios a los funcionarios "sin deteriorar su credibilidad" como, a su juicio, hace el PP.

Ante las denuncias del líder del PP sobre la "descomunal" administración pública como "instrumento de poder" del PSOE, Griñán ha respondido que el 23,5 por ciento de los asalariados pertenecen al sector público, y respecto al supuesto recorte de la inversión ha dicho que es la comunidad que "mejor invierte" los fondos europeos.

Javier Arenas le ha instado a reducir consejerías y altos cargos de su Gobierno, así como racionalizar el sector publico, porque, en su opinión, para ser un buen presidente "hay que meterse en la piel de los ciudadanos", algo que, según el líder del PP, no hace Griñán sino que actúa "como si oyera llover".

El líder popular ha indicado que el problema es que el Gobierno y la Junta no tomaron decisiones "cuando había que tomarlas", ya que perdieron un tiempo "precioso" negando la crisis, cuando había que plantear planes de austeridad y reformas, por lo que ha concluido que Griñán y Zapatero "nos han arruinado a los andaluces".