La población inmigrante que trabaja en Andalucía es principalmente de origen marroquí o rumano y se concentra especialmente en las provincias de Málaga y Almería, según recoge el Centro de Estudios Andaluces en el nuevo número de su colección 'Actualidad' a partir de datos del Ministerio de Trabajo e Inmigración.

Así, en este estudio, elaborado por los investigadores José Ignacio García Pérez y David Troncoso Ponce, se refleja que el 21,36% de los hombres y el 16,07% de las mujeres inmigrantes trabajan en la provincia de Almería, mientras que el 27,36% y el 26,21%, respectivamente, lo hacen en la provincia de Málaga.

En cuanto a nacionalidades, en Andalucía los marroquíes y los rumanos son los que representan mayor población pero, en general, existen diferencias significativas en cada provincia, informó el Centro de Estudios Andaluces a través de un comunicado.

Es el caso de Córdoba, para los colectivos de hombres rumanos (17,49%) y polacos (18,06%); de la provincia de Huelva, para los colectivos de mujeres marroquíes (44,50%), rumanas (42,44%), polacas (71,93%) y mujeres del resto de países de la Europa del Este (21,15%); o de la provincia de Jaén, para los colectivos de hombres marroquíes (11,40%) y hombres procedentes del resto de África (33,33%).

La provincia de Cádiz, sin embargo, no presenta pesos importantes de trabajadores inmigrantes para ningún colectivo específico. Respecto a la edad de los trabajadores, casi el 100% tienen edades comprendidas entre los 16 y los 59 años y, por tramos, el grupo más numeroso corresponde al intervalo entre 30 y 44 años.

La distribución según el Régimen de Cotización de la Seguridad Social difiere "enormemente" entre nativos e inmigrantes. La población inmigrante se caracteriza por estar repartida entre el régimen general, el régimen agrario y el régimen especial de empleados de hogar --este último es especialmente importante para el caso de las mujeres inmigrantes--, mientras que la población nativa se concentra fundamentalmente en el régimen general de la Seguridad Social.

Se pueden distinguir varios grupos de inmigrantes en función del grado de concentración de su población en el sector agrario. Se observa que, de media, más del 40% de los trabajadores africanos, rumanos y polacos cotizan en el régimen agrario y que la presencia de las mujeres en dicho sector es aún mucho más acusada: el 63,76% de las mujeres rumanas y el 75,09% de las mujeres polacas trabajan en el campo.

En cuanto a la distribución por nacionalidades de trabajadores dentro del régimen especial de empleados de hogar, son las mujeres de origen latinoamericano las que mayor presencia tenían en estos empleos, con una media del 29,7%, seguida de las mujeres asiáticas (16,99%), del resto de Europa (14,93%) y, finalmente, mujeres de origen africano (10,40%).

Contratos temporales

Respecto al nivel de cualificación para todos los colectivos de inmigrantes analizados (a excepción de los trabajadores procedentes de países de la UE-15), y para ambos sexos, casi el 90% de los trabajadores están empleados en ocupaciones con niveles de cualificación media-baja y baja.

La existencia de trabajadores inmigrantes ocupando empleos con niveles de cualificación elevados en Andalucía es prácticamente inexistente, obteniendo para el conjunto un porcentaje que no supera el 2% del total, tanto en hombres (2,05%) como en mujeres (1,8%).

Únicamente se encuentran algunos ratios más elevados entre la población de trabajadores procedentes de países del resto de Sudamérica (básicamente Argentina, México, Cuba, República Dominicana, Perú) para los que el 6,56% de los hombres y el 4,12% de las mujeres tienen un puesto de alta cualificación.

Respecto al tipo de contrato, destaca el extensivo uso de los contratos temporales. La práctica totalidad, en torno al 80%, está empleada a través de dicho contrato, mientras que en la población nativa esta modalidad contractual no está tan extendida, aunque la tasa de temporalidad supera el 50% para los hombres, y el 60% para las mujeres.

Estas cifras han variado considerablemente por la actual crisis económica, en la que el número de contratos temporales se ha reducido en un 15% para los hombres y en un 4% en el colectivo de mujeres.

Según el tipo de empresas, la población de trabajadores inmigrantes está mayoritariamente distribuida en microempresas (con plantillas de entre 1 y 10 trabajadores) y pequeñas y medianas empresas (de entre 11 y 50 trabajadores).

Discriminación

Por último, el trabajo ofrece un análisis comparativo detallado de tipo salarial de la población de trabajadores inmigrantes y nativos. Como conclusión destacada, los investigadores detectaron diferencias salariales importantes entre ambos grupos, aumentándose a medida que se elevan los sueldos.

En su análisis trataron de cuantificar, además, qué parte de las diferencias se pueden atribuir a las distintas características laborales y de formación entre los dos grupos, señalando que un alto porcentaje de dicha brecha salarial se puede atribuir a factores relacionados con la presencia de discriminación en los sueldos.