La Junta de Andalucía ha considerado hoy que las relaciones entre el presidente José Antonio Griñán y el jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, "no se han resentido" por el proceso de intervención y adjudicación de Cajasur a la vasca BBK por parte del Banco de España.

"Estoy convencida de que no, de que todo lo que está en la mano del presidente Zapatero ha ido bien y seguirá bien para Andalucía. Las decisiones del Banco de España no son decisiones del Gobierno, yo creo que eso ha quedado muy claro", ha esgrimido en rueda de prensa la consejera de la Presidencia y portavoz del Gobierno andaluz, Mar Moreno.

Una vez que Cajasur ha quedado fuera de la tutela autonómica por la compra de la BBK, el Gobierno andaluz planteará en un próxima reunión con los directivos de esta entidad que garanticen y mantengan el empleo y la obra social en la caja cordobesa, aunque el consejero de Economía e Innovación, Antonio Ávila, ha insistido en la idea de que la decisión corresponde a los nuevos gestores.

Además, ha concretado que la Junta "no tiene" recursos para impedir que la BBK se lleve a su sede de Bilbao los servicios centrales de Cajasur, con lo que la nueva entidad se acogerá al régimen fiscal de el País Vasco.

Sobre los expedientes a directivos de Cajasur, el consejero ha dicho desconocer los detalles de los mismos que corresponden al Banco de España, pero si ha precisado que si no se hubiera producido la intervención "no se estaría en esta parte del procedimiento".

En cuanto a la eventual fusión entre Unicaja y Cajasol, el consejero ha explicado que "no hay un calendario" y se ha mostrado partidario de hacerlo "pausadamente" y con el margen de tiempo que estimen los consejos de administración de ambas cajas.