La famosa grabación de Invercaria fue admitida ayer como prueba en el juicio por despido improcedente que enfrenta a la expresidenta de la empresa pública de capital riesgo, Laura Gómiz, con el que fuera su subordinado, el exdirector de Promoción, Cristóbal Cantos, que tuvo que ver cómo las seis personas que testificaron desmontaron buena parte de sus acusaciones. Asimismo, el Ministerio Fiscal pidió la desestimación de la demanda por despido.

El juez aceptó escuchar la cinta, de 160 minutos, en la que se oye a Gómiz presionar a Cantos para que redacte informes a posteriori justificando la concesión de créditos a empresas que ya se habían autorizado en el pasado. Pese a ello, finalmente la grabación no se escuchó en el juicio al acordar las partes que no era necesario para un caso que quedó ayer mismo visto para sentencia y en el que el fiscal pidió la desestimación de la demanda de Cantos subrayando que «no hay lo que es absolutamente necesario para considerarla».

En sus conclusiones, el fiscal señaló que la acusación de acoso quedó «descafeinada», afirmó que la demanda «no se acoge a ninguno de los modelos de mobbing» existentes y destacó que «no acaba de ver» que el despido se derive de una represalia, por lo que «no se puede considerar».

En cuanto a la grabación, Gómiz afirmó durante la vista oral que «es mi voz, pero no mis pensamientos. Esas grabaciones están manipuladas». Pero tanto el juez como el fiscal coincidieron en que la cinta como prueba es «pertinente, útil y que no vulnera los derechos fundamentales» de Gómiz. El magistrado concluyó que la cinta «guarda relación con el caso, puede contribuir a esclarecerlo y se tratan conversaciones en contexto laboral», aunque finalmente se optó por no escucharlas.

Para la defensa de Gómiz, Invercaria había solicitado un informe pericial de una empresa especializada en sonido que demuestra que la grabación fue manipulada con 13 cortes o insertos de voz en la parte en la que se oye a la expresidenta. La cinta fue grabada por Cantos en abril de 2010 y recoge una conversación entre él y Gómiz.

En el audio se escucha al denunciante negarse reiteradamente a rellenar unos «informes pasados» con «datos falsos».