El original de la Constitución de 1812 regresó ayer a Cádiz, la ciudad donde se redactó y promulgó, tras un viaje por carretera desde el Congreso de los Diputados que, bajo un fuerte dispositivo de seguridad, trasladó el histórico documento para celebrar su bicentenario.

«La Pepa», como es popularmente conocida esta Carta Magna que sentó los cimientos de la democracia en España e Iberoamérica, llegó a la Casa Pinillos de Cádiz sobre las 18.30 horas de ayer, en un camión que la trasladó junto con obras procedentes del Museo de América y del Museo Arqueológico.

Se trata de la primera vez que «La Pepa» sale del archivo de Las Cortes, donde se conserva desde el mismo año de su firma, aunque en el Palacio de la Carrera de San Jerónimo está desde que se inauguró este edificio en 1850.

«La Pepa» partió del patio del Congreso de los Diputados sobre las nueve y media de la mañana, en un viaje que estuvo, a su salida, rodeado de una fuerte expectación con numerosos medios gráficos y funcionarios del Congreso que querían ver su partida, incluidos los trabajadores del Archivo de la Cámara Baja, donde habitualmente se guarda esta pieza en una caja fuerte. A su llegada a Cádiz, «La Pepa» fue recibida por el director del Museo Provincial de Cádiz y por periodistas gráficos de varios medios que aguardaban la llegada.

La Brigada Central de Protecciones Especiales de la Policía Nacional se encargó del fuerte dispositivo de seguridad que acompañó al texto constitucional en su viaje desde Madrid a Cádiz.

El original viajó escoltado por seis agentes de la Policía Nacional en un vehículo con las medidas requeridas para el traslado de obras de arte, como sujeciones especiales, cierres de seguridad o elementos de extinción de incendios.

Los integrantes de este dispositivo especial de traslado, denominado «Venus», estuvieron en continua comunicación con la Sala del 091 y con las plantillas policiales de las distintas provincias por las que transcurrió su trayecto. El convoy estuvo además acompañado por dos policías en moto del Grupo de Avanzadas y Contravigilancias durante su recorrido en Madrid y contó con la protección desde el aire de un helicóptero.

«La Pepa» ha visto pocas veces la luz. La última vez fue hace sólo tres meses, durante las jornadas de puertas abiertas del Congreso, cuando se expuso en el pasillo.