Día grande y festivo para Cádiz, en que el sol empujó a los gaditanos a festejar el 200 cumpleaños de La Pepa. Trajes típicos y de época engalanaron las calles para el gran día de la celebración del Bicentenario de la Constitución de 1812. Tras el telón festivo, ecos de la dura crisis y también ocasión para defender la Monarquía. El Rey y el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, coincidieron en ensalzar el espíritu del primer texto constitucional y el arrojo que demostró el pueblo español, para afrontar la actual crisis económica.

Valores como valentía y unidad, que inspiraron a los padres de la Constitución, fueron invocados para los tiempos actuales. Rajoy directamente utilizó la efeméride para justificar sus recortes: «Los constitucionalistas nos enseñaron a que, en crisis, no hay que tener miedo a reformas». También son tiempos electorales para Andalucía, que el domingo vota.

Las elevadas medidas de seguridad fueron signo de la presencia de las máximas autoridades en la capital gaditana. Los Reyes, el presidente del Gobierno y los presidentes del Congreso y el Senado fueron los protagonistas de un acto conmemorativo al que acudieron todos los máximos representantes de los tres poderes del Estado. Para la celebración institucional, que se celebró en el recién renovado Oratorio de San Felipe Neri, se cursaron más de 300 invitaciones, contando con todos los embajadores iberoamericanos, de Portugal y Filipinas.

La Constitución de 1812, considerada como un baluarte de libertad, fue promulgada en Cádiz el 19 de marzo de 1812, día de la festividad de San José, por lo que popularmente fue conocida como La Pepa. Aquel texto, de diez títulos y 384 artículos, sentó las bases de constituciones posteriores.

Abrió un nuevo tiempo, que duró poco, para un pueblo conjurado contra la invasión napoleónica en plena Guerra de la Independencia. Novedosa y revolucionaria, establecía por primera vez la soberanía nacional y la división de poderes, como dos de sus principios fundamentales.

Difícil trance. En momentos difíciles para la monarquía española, con Iñaki Urdangarin sentado en el banquillo de los acusados por malversación y prevaricación, el acto también sirvió para transmitir apoyo al Rey. Don Juan Carlos recibió una sonora y prolongada ovación tras su discurso. Inmediatamente después Rajoy subrayó la vigencia de la monarquía constitucional que ya se recogió en 1812. Un modelo, defendió, «hoy más vivo que nunca». El rey Juan Carlos presidió el acto conmemorativo de la Constitución de 1812 en el mismo lugar en el que vio la luz, en el Oratorio de San Felipe Neri. Allí manifestó: «En la labor de Cádiz, realizada en un difícil trance histórico, podemos encontrar la referencia y la inspiración necesaria para afrontar las serias dificultades por las que nuestro país atraviesa en la actualidad».

Hace dos siglos, cuando las Cortes promulgaron la primera Constitución, se vivían tiempos de lucha, recordó el Rey, para una nación que estuvo «muy por encima de sus máximas autoridades y que destacó por su dignidad, su heroísmo y su generosidad». El pueblo español supo, ante la adversidad, «aportar lo mejor de sí mismo y transformar una realidad difícil en una fecunda tarea cuyas lecciones políticas y sociales llegan hasta nuestros días».

En su opinión, el éxito de los constituyentes gaditanos fue también posible gracias al espíritu de concordia que compartieron aquellos diputados que, como representantes de la soberanía nacional, se guiaron por «el más alto grado de patriotismo y de compromiso cívico». Estimó «justo» reconocer a quienes en medio de «grandes incertidumbres» afrontaron la responsabilidad política y culminaron «una formidable empresa de superación nacional». «Durante aquellos años de asedio, en Cádiz se mantuvo viva la llama de la libertad. La sociedad gaditana animó y acompañó a estos hombres de Estado con su apoyo y colaboración».

El Rey animó a encontrar en la labor de Cádiz la inspiración necesaria para afrontar las «serias dificultades» por las que España atraviesa en la actualidad, manifestando que «a la altura de la segunda mitad del siglo XXI, los españoles somos plenamente conscientes de que hay buenas y poderosas razones para confiar en nosotros mismos».

Iberoamérica. Además aprovechó el monarca para reivindicar los lazos con Iberoamérica y subrayó «la dimensión y la vocación iberoamericana de la Constitución de Cádiz». Y es que, elaborada por diputados «de ambos hemisferios», la primera Carta Magna fue un referente «clave y de gran influencia» para los nuevos estados independientes iberoamericanos, y también para otros muchos de Europa. Dentro de unos meses la ciudad de Cádiz acogerá a los Jefes de Estado y de Gobierno iberoamericanos con motivo de la XXII Cumbre.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, reivindicó: «Los constitucionalistas gaditanos nos enseñaron que en tiempos de crisis no hay que tener miedo a hacer reformas, sino la dimensión y la valentía para hacerlas». Un claro alegato en favor de las reformas adoptadas por su Gobierno y contra las que ya se han oído protestas en la calle y hay convocada una huelga general. El presidente señaló que fue así como el espíritu reformista se alzó frente al inmovilismo y a la resignación en estas tierras andaluzas. Un mensaje muy parecido al que defiende en los mítines del PP en la campaña.

El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, presente en los actos de conmemoración, lanzó a través de la red social Twitter su propia felicitación a La Pepa: «Viva La Pepa fue hace 2 siglos, más libertad y más derechos; hoy, es defender libertades y derechos ante quienes quieren recortarlos».

Una fiesta para una Constitución con 200 años, coartada para asuntos muy actuales y que recordó a los españoles sepultados por el paro y la crisis que anclan sus raíces en las tropas que lucharon contra el asedio francés y en los gaditanos del Doce.