La huelga general contra la reforma laboral paralizó ayer casi en su totalidad los sectores industriales en Andalucía y tuvo una repercusión más limitada en el comercio y los servicios, en una jornada en la que hubo 34 detenidos y en la que por lo general se cumplieron los servicios mínimos.

A diferencia de otras convocatorias, ni los sindicatos ni el Gobierno quisieron entrar en «guerra de cifras» y los secretarios de CCOO y UGT en Andalucía, Francisco Carbonero y Manuel Pastrana, respectivamente, calificaron de «extremadamente positivo» el seguimiento de la huelga general, que catalogaron de éxito ya que paralizó «los sectores que mueven la economía andaluza».

Por su parte, la delegada del Gobierno en Andalucía, Carmen Crespo, cifró la incidencia por la mañana en «media-baja» y la situó en la banda alta en transporte escolar y metal y en la baja en energía. Asimismo, aseguró que se cumplieron al cien por cien los servicios mínimos excepto en algunos transportes. Horas después, tras contabilizar los datos al inicio del turno de tarde, rebajó la incidencia de la huelga a «baja».

Crespo sólo concretó el seguimiento en Sanidad y Educación, con una participación de entre el 15 y el 20%, y afirmó que, en general, fue menor que en la huelga de septiembre de 2010 contra la reforma laboral aprobada por el Gobierno de Rodríguez Zapatero.

Según UGT y CCOO, los más de 220.000 trabajadores del sector del metal, la construcción y la industria secundaron de forma mayoritaria el paro, que fue masivo en las factorías de Airbus Military y Alestis en Cádiz y en Sevilla; en Acerinox y en el puerto de Algeciras; en Portinox en Granada, y en las industrias del polo químico de Huelva.

En la construcción pararon grandes obras de infraestructuras como la Torre Pelli, en Sevilla, y las del metro de Granada. También pararon los puertos, la industria metalúrgica, química, agroalimentación, los servicios de distribución y, en menor medida, la administración, según los sindicatos.

Por su parte, la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA) afirmó que la inmensa mayoría de las empresas y especialmente del comercio y la hostelería abrieron sus puertas y trabajaron con normalidad, y atribuyeron una incidencia mayor en el transporte y la industria por la «presión de determinados piquetes».

La patronal se apoyó en el dato del consumo eléctrico, que reflejó que la actividad económica pudo ser inferior en torno a un 20% a primera hora de la mañana y en torno al 16% en la hora habitual de inicio de la actividad comercial. Según los datos facilitados por la delegada del Gobierno al final de la tarde, el consumo eléctrico descendió ayer un 10,32%, frente al 14,89% de la huelga de 2010 y el 23,19% de la de 2002.

El seguimiento en los servicios públicos de la Junta de Andalucía fue del 13,44%, por lo que se duplica el 6,65% que hubo en 2010, según los datos del Gobierno andaluz.

La huelga tuvo una incidencia variable en los aeropuertos andaluces, donde se suspendieron 53 vuelos en Málaga y 24 en Granada pero ninguno en Sevilla ni Jaén, mientras que los trenes sólo registraron ligeros retrasos en algunos Cercanías de Málaga y se cumplieron los mínimos ferroviarios.

También se alteró la programación de Canal Sur Televisión, que durante la madrugada emitió la carta de ajuste, mientras que los informativos matinales no emitieron y fueron sustituidos por documentales.

Asimismo, el 50% de los trabajadores del Parlamento de Andalucía secundaron la huelga, según informó la

Cámara.

Entre los incidentes de la jornada destacó el intento de cortar las vías del AVE en Córdoba quemando neumáticos o la colocación de clavos en el puente del Quinto Centenario de Sevilla. También se quemaron neumáticos en la autovía Sevilla-Huelva, frente a la factoría de Navantia en Cádiz y en Granada miembros del 15-M intentaron cortar el acceso a la circunvalación de la ciudad.

Como colofón a la jornada de paro, que concluyó a las 00.00 horas, se celebraron manifestaciones en las capitales andaluzas, en las que participaron miles de personas. En Sevilla se celebró el acto central con la participación unas

10.000 personas, según fuentes policiales, y unas 100.000, de acuerdo con los sindicatos. La marcha la encabezaron Carbonero y Pastrana.