Los sindicatos esperan que IU entre en el gobierno de coalición con el PSOE. Creen que esta fórmula aportará más estabilidad política y económica a Andalucía para los próximos cuatro años, y además están convencidos de que la coalición de izquierdas ejercerá más influencia si tiene consejeros sentados en el Consejo de Gobierno que puedan participar en la toma de decisiones. «Si estás dentro, puedes orientar la gestión del gobierno. Desde fuera, sólo te queda el recurso al pataleo», dijo ayer de forma gráfica Manuel Pastrana, secretario general de UGT. «IU debe estar en los dos espacios de decisión política, en el Parlamento y en el Consejo de Gobierno», añadió Francisco Carbonero, secretario general de CCOO.

El coordinador regional de IU, Diego Valderas, se reunió con los sindicatos en la primera ronda de contactos con las 22 organizaciones que colaboraron en el programa electoral de IU. Valderas quiere consultarles sobre las líneas rojas que debe trazar en la negociación con el PSOE, y ha dado a CCOO y UGT un papel prioritario. Ambos apoyaron el voto a la izquierda durante la campaña electoral, movilizaron a los trabajadores contra la reforma laboral y se posicionaron contra el PP. Carbonero y Pastrana le pidieron ayer a Valderas que forme gobierno con el equipo de José Antonio Griñán, fórmula por la que también se inclina el PSOE.

Valderas se mostró visiblemente agradado por la opción de los sindicatos. Le será de utilidad si más adelante necesita un aval para convencer a la línea más dura del PCE, que recela de un gobierno de coalición. Sin embargo, el coordinador regional les respondió según el manual de los estatutos de IU: serán las bases de izquierda las que decidan, en última instancia, si forman Gobierno de coalición o se limitan a apoyar la investidura de Griñán e influir en el ejecutivo desde la oposición. «Pido prudencia», dijo, «buscamos un acuerdo de máximos basado en contenidos».

Hoja de ruta. En IU no hay unanimidad sobre este tema. Un amplio sector, ligado al PCE, cree que la coalición se abrasaría si entrara en un gobierno de coalición. Otro extremo es el líder de la CUT, Juan Manuel Sánchez Gordillo, que ni siquiera apoya la investidura de Griñán.

Por ahora Valderas mantendrá su hoja de ruta. Esta semana seguirá reuniéndose con las entidades sociales afines (pymes, autónomos, ecologistas) para recabar las medidas que consideren prioritarias en el pacto.

El 19 de abril se constituirá el Parlamento, sin que por ello se interrumpa la negociación, cuyo tope es el 5 de mayo (se puede prolongar hasta el 10). IU tiene interés en ocupar la presidencia del Parlamento y los socialistas se inclinan a cedérsela.

Hasta el debate de investidura, las bases responderán vía mail a las preguntas que les envió la dirección la semana pasada, empezando por ésta: «¿En qué condiciones y cómo debe entrar IU en un gobierno con el PSOE y cuáles son las medidas irrenunciables?» Las 500 asambleas de base de IU serán convocadas al referéndum para decidir sobre el acuerdo de máximos y la fórmula de gobierno que hayan pactado con el PSOE.

CCOO y UGT avanzaron que el nuevo gobierno debe abrir la puerta a un «pacto más amplio» con los agentes sociales. «El modelo de concertación debe evolucionar hacia un nuevo acuerdo con un plan compartido de actuación para los cuatro años», dijo Pastrana. Valderas comparte con los sindicatos una dura crítica a la patronal por la posición que adoptó tras el 25-M. «Han demostrado falta de compromiso con empresas y trabajadores al fomentar ese miedo de que si gobierna la izquierda las cosas irán mal», denunció Carbonero.

Igualmente crítico fueron con el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, a quien reprocharon que amenace con intervenir las cuentas andaluzas. «El PP no pueden estar permanentemente respirando por la herida del 25-M ni sugerir que ser de izquierdas es ser imbécil», dijo Pastrana.