Sin haber formado gobierno aún, PSOE e IU se han repartido los roles para defender el fuero andaluz de los recortes del Ejecutivo de Rajoy. Los socialistas, pese a estar abiertamente en contra, explotan la diplomacia y han tendido la mano al Gobierno. La federación de izquierdas, en cambio, ha optado por levantar la voz con advertencias incompatibles con los planes de Rajoy. «Las urnas han cambiado las cosas y ahora tiene que cambiar la forma de gobernar Andalucía», dijo ayer el coordinador regional de IU.

Diego Valderas aseguró que la negociación con los socialistas para formar gobierno va por buen camino, pero no deja de marcar distancias con el PSOE respecto al compromiso de recortar el déficit andaluz al 1,5% del PIB. La consolidación fiscal es una imposición que Bruselas traslada a Moncloa y ésta a las comunidades. El presidente en funciones José Antonio Griñán asegura que Andalucía cumplirá, pero Valderas sostiene que no se pueden «santificar» la política de ahorro sólo porque lo exigen los mercados.

Ayer dio otro paso: «El déficit es una falacia. A la gente se le engaña entre la prima de riesgo y el déficit». IU admite la necesidad de controlar el gasto público, pero si hay que elegir entre superar el déficit y sacrificar el gasto social, elegirá lo primero. «Rajoy debe saber que IU defenderá el Estatuto de la A a la Z. No aceptamos limitaciones y rechazamos recortes en educación, sanidad y servicios sociales», sentenció.

Una parte de IU recela de unirse al PSOE en un gobierno que, dentro de un mes, podría asumir en primera persona un tijeretazo al gasto social, aunque venga impuesto desde Madrid. «Primero habrá que decirle a los andaluces quién es el responsable de esos recortes y luego reequilibrar las cuentas», explicó Valderas.

El recorte de 10.000 millones de euros en sanidad y educación, adicional al que ya incluían los Presupuestos Generales, ha vuelto a desordenar las cuentas andaluzas. La negociación entre PSOE e IU se asienta en un principio común: mantener intacto el gasto social. Pero a Andalucía le corresponderá asumir 2.000 millones del nuevo recortazo, lo cual dificulta mucho ese compromiso.

El mensaje de IU, tanto para fuera como para sus bases (algún sector ha cuestionado la falta de transparencia de la negociación), es que por ahora están debatiendo con el PSOE sobre «contenidos» y no sobre «sillones». «Vamos sin prisa pero sin pausa. El que quiera correr que corra porque tendrá sus tiempos, nosotros tenemos los nuestros», dijo Valderas.