Con los dos primeros implicados en las supuestas irregularidades en los expedientes de regulación de empleo (ERE) en prisión, llega el turno del exconsejero de Empleo Antonio Fernández. El miércoles, un día antes de la constitución del Parlamento, tendrá que sentarse ante la jueza Mercedes Alaya que desde hace varios días prepara el intenso interrogatorio al que le someterá. Sin duda será una declaración marcada por la sombra de la cárcel.

Fernández se sentará ante la titular del Juzgado de Instrucción número 6 con varias opciones, contestar a todas las preguntas, negarse a declarar, contestar sólo a su defensa o sólo a la jueza y al fiscal. Ésta parece que es la más probable, aunque es una decisión que se puede cambiar in extremis y que dependerá de la estrategia de su abogado defensor, Alfonso Martínez del Hoyo.

El que fuera consejero de Empleo tendrá que responder si conocía la gestión que hacía el director general de Trabajo Francisco Javier Guerrero de la partida destinada a las empresas en crisis. Guerrero aseguró en su declaración que él daba cuenta de todo lo que hacía a sus superiores, consejero y viceconsejero, y eso le sitúa en el centro del huracán. Durante los casi diez años que Guerrero ocupó el cargo de director general de Trabajo, Fernández fue viceconsejero, con José Antonio Viera al frente, y más adelante consejero (de 2004 a 2010).

Directrices. Según Guerrero, fueron ellos dos quienes les dieron las «directrices» sobre los criterios de cómo otorgar las ayudas sociolaborales, por lo que insistió en que él sólo recibió una herramienta que le dieron sus superiores. De hecho, Fernández era el responsable del Instituto de Fomento de Andalucía (IFA) cuando se firmó el convenio en 2001 bajo el que se amparó Guerrero para dar las ayudas.

Asimismo, la jueza también podría preguntarle por su inclusión como prejubilado en el ERE de las bodegas jerezanas González-Byass, cuya póliza no llegó a cobrar, y que fue autorizado durante su mandato. El interrogatorio se prevé extenso. De hecho, Alaya había fijado en un principio la declaración para el 19 de abril, pero al final decidió adelantarla al 18, ya que ella misma prevé que sea una declaración que puede durar varios días y, dado que el día 20 su juzgado está de guardia, decidió adelantarla.