La Cámara de Cuentas de Andalucía aprobó ayer una declaración institucional en la que resalta su «absoluta libertad e independencia» y que no permitirá «ningún tipo de injerencia», después de la polémica generada por el informe elaborado sobre posibles irregularidades en la gestión de los ERE.

En esta declaración institucional, aprobada ayer en pleno por unanimidad, la Cámara de Cuentas ha explicado que no permitirá injerencias en su labor «provenga de donde provenga» porque si lo hicieran incumplirían «de manera grave» los deberes de su cargo.

Así, aseguró que la normativa establece que la principal tarea de sus consejeros es la dirección de los trabajos de fiscalización, lo que incluye «proponer las modificaciones que se consideren necesarias» para que el contenido y las conclusiones de los informes sean «objetivas, sistemáticas y equilibradas». En este sentido afirmó que la «firme voluntad» de los miembros del pleno es «continuar ejerciendo la tarea que les ha sido encomendada, sin omitir ninguna de sus obligaciones»

El PP-A anunció el miércoles que pedirá la comparecencia en el Parlamento del presidente de la Cámara de Cuentas, Antonio López, para que explique «con claridad» el contenido del informe técnico elaborado por este órgano sobre posibles irregularidades en la gestión de los ERE. efe sevilla