No habrá quinta vez. Javier Arenas comunicó ayer por carta a los militantes del Partido Popular de Andalucía que no se presentará a la reelección para la presidencia del PP-A, que ha ejercido desde 1993 con un pequeño paréntesis, en el congreso regional del partido que se celebrará entre el 13 y el 15 de julio en una ciudad por determinar. El anuncio a la prensa de la renuncia de Arenas para ser por quinta vez candidato a la presidencia de la Junta de Andalucía lo realizó ayer por la mañana el secretario general de los populares andaluces, Antonio Sanz, que unió su futuro político al del Arenas y tampoco se presentará a la reelección como secretario general del partido.

Ambos se dedicarán, en principio, a la política nacional, aunque está por ver qué responsabilidades le ofrecerá Mariano Rajoy, al que Arenas le tuvo al tanto de su decisión desde hace semanas. El todavía presidente del PP andaluz aseguró ayer que no deja el timón del partido con la intención de asumir «nuevas responsabilidades en la política nacional», pero dirigentes de su partido señalaron que el político andaluz es imprescindible para el presidente del Gobierno, al que incluye en todos sus famosos «maitines» ya que fue una pieza clave para aplacar la rebelión encabezada por Esperanza Aguirre cuando cuestionó hace años el liderazgo del hoy presidente del Gobierno.

Sorpresa en el PP. La decisión de Javier Arenas cogió ayer por sorpresa a casi todos los dirigentes del PP andaluz y en los próximos días se celebrará una reunión entre los presidentes provinciales de las ocho provincias para debatir y analizar el nuevo escenario tras la marcha de su presidente. Ninguna de las fuentes consultadas por este periódico tenían indicios fiables de que Arenas renunciaría tan pronto a la presidencia del PP andaluz, ya que todo apuntaba a que el próximo congreso fuera una especie de «homenaje» para Arenas por su amarga victoria en las pasadas elecciones andaluzas de mayo y por haber transformado al PP en Andalucía hasta conducirlo a la primera victoria electoral en unas andaluzas.

Aunque los ocho presidentes provinciales se reunirán esta semana para tratar la próxima composición de la dirección del partido en Andalucía, las fuentes consultadas por este periódico aseguraron que será el propio Javier Arenas quien decidirá a su sucesor en el próximo congreso regional y a pesar de que el propio presidente manifestara ayer que no intervendrá en su elección.

El todavía máximo responsable popular deja toda la organización del congreso al alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, que también asumirá la presidencia en funciones hasta que se elija al nuevo líder de los populares andaluces. En principio, aseguran las mismas fuentes, la baraja está abierta y no se ha señalado ningún favorito. Arenas recalcó ayer que «no tiene la más mínima intención de tutelar a su sucesor al frente de la responsabilidad» y dijo que «hace falta una presidencia de su partido con horizonte de futuro».

Casualidades o no, el nuevo portavoz del grupo parlamentario del PP, Carlos Rojas, presentó ayer la dimisión como alcalde de Motril para centrar todos sus esfuerzos en la coordinación del grupo parlamentario. Rojas es uno de los nombres que más fuerte suenan en las quinielas para suceder a Arenas, aunque ayer manifestó que no aspira a la presidencia del partido.

Fuentes del PP explicaron a este periódico que Arenas podría forzar una especie de bicefalia en la dirección del partido entre el propio Rojas, como secretario general y portavoz del grupo parlamentario, y la ahora delegada del Gobierno, Carmen Crespo, como presidenta del PP andaluz, lo que implicaría que tendría que dejar la delegación del Gobierno. Esta operación podría llevar aparejado que Antonio Sanz pasara a ocupar la representación política del Gobierno de España en Andalucía y que su puesto de senador pasaría a manos de la propia Crespo.

Aunque esta es una las opciones que se baraja, estas mismas fuentes señalan que hay una corriente del PP andaluz que opta por la ministra onubense Fátima Báñez para la presidencia del partido, opción que no se puede descartar debido a la buena sintonía que tiene Báñez con la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, con la alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, y con la vicepresidenta del Congreso Celia Villalobos. Esta posibilidad implicaría un cambio en el Gobierno de Rajoy, una posibilidad que la secretaria general del PP, Dolores de Cospedal, negó ayer.

Las causas de la salida. Javier Arenas explica en la carta que le dirigió a los militantes que su decisión es fruto de un proceso reflexión que se abrió el 25 de marzo, fecha de las elecciones andaluzas en las que el PP se quedó a 5 escaños de la mayoría absoluta, que ha hablado con «mucha gente» en estos dos últimos meses hasta concluir que «hace falta una presidencia con horizonte de futuro».

El líder popular detalla en la misiva que lo que le toca ahora es «estar en un segundo plano» después de muchos años «en la vanguardia», que se quedará en Andalucía y que no tiene ningún horizonte de regresar a la política nacional. «Formamos un gran equipo y tenemos que afrontar nuevos tiempos y nuevos retos», explica Arenas en su carta, en la que agrega que anuncia su decisión ahora para «facilitar el debate más amplio en torno» al congreso regional, y añade que «bajo ningún concepto» va a intervenir en las decisiones de futuro de su partido.

La carta contiene también una mención especial para los ocho presidentes provinciales y para sus colaboradores más cercanos: Antonio Sanz, Ricardo Tarno, Carlos Rojas, Rafael Salas, Patricia del Pozo, Macarena O'Neill y Rosa Almagro.

Arenas, que no compareció ayer en público para explicar su marcha, sí se dejó fotografiar por la tarde con Antonio Sanz y Juan Ignacio Zoido en el patio de la sede del PP andaluz, situada en la céntrica calle sevillana de San Fernando.

Veinte años al frente. Javier Arenas ha ostentado la Presidencia del PP andaluz desde el año 1993, cuando sustituyó a Gabino Puche, hasta 1999, en la que fue sustituido por la alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, y se dedicó a la política nacional, donde fue secretario general del PP y miembro de los gobiernos de José María Aznar. Arenas regresó a la política andaluza en 2004, cuando el PP perdió las elecciones nacionales que siguieron al atentado del 11-M y que auparon a José Luis Rodríguez Zapatero a la presidencia del Ejecutivo, y se hizo con las riendas de una formación andaluza que se enfrentó a una nueva mayoría absoluta de los socialistas en esta comunidad.

Desde entonces ha sido reelegido en dos ocasiones como líder de los populares andaluces y volvió a aspirar otras tantas a la Presidencia de la Junta –lo ha hecho en cuatro ocasiones–, la última el pasado 25 de marzo, en la que logró 50 diputados –a cinco de la mayoría absoluta– y no pudo gobernar por el pacto de PSOE e IU.

El PP venció en Andalucía en las elecciones municipales en mayo de 2010 y en las generales en noviembre de ese mismo año, y se presentó a los comicios andaluces de marzo de 2012 con todas las encuestas destacando que lograría la mayoría absoluta, pero finalmente las urnas le dejaron a cinco escaños y un pacto PSOE-IU impidió su acceso al poder.