La oleada de subsaharianos que en los últimos meses han sido rescatados cuando intentaban cruzar el Estrecho para alcanzar las costas españolas ha disparado las cifras a niveles que no se registraban desde hace siete años y ha puesto de manifiesto que las lanchas de juguete han abaratado el viaje.

A pesar de la lluvia, el viento y el frío que se registraba el viernes en la zona, otros 49 subsaharianos fueron rescatados en aguas del Estrecho en siete lanchas hinchables de juguete, el método más frecuente en el que ahora los inmigrantes se lanzan a recorrer este tramo de apenas 20 kilómetros sin tener que pagar a mafias. Ayer otros diez llegaron en similares circunstancias.

Con ellos, en lo que va de año 1.182 subsaharianos han sido rescatados y atendidos por la Cruz Roja en Tarifa (Cádiz), el puerto al que normalmente son conducidos tras ser rescatados por Salvamento Marítimo, una cifra que ha superado en 530 los rescates en 2011; en 585 los de 2010, y en 438 los de 2009.

Aunque en 2008 (con 1.150) y 2007 (con 1.099) se superó el millar, las cifras de este año, aún sin concluir, han superado ya todas las estadísticas registradas hasta 2005, cuando 1.401 inmigrantes fueron atendidos en Tarifa.

La tendencia, según las fuentes, empezó a despuntar en otoño, especialmente en octubre, cuando se rescataron unos 350 inmigrantes, y los miembros de Salvamento Marítimo y Cruz Roja socorrieron lanchas casi a diario, en alguna jornada hasta seis en un mismo día, al igual que está ocurriendo en diciembre.

A estas cifras habría que añadir la de los que llegan a otros puntos de las costas españolas y la de los que son rescatados por patrulleras de la gendarmería marroquí, que los conduce al puerto de Tánger.

Las mafias cobran 900 euros. Aunque no hay explicaciones sobre el incremento de intentos de pasar el Estrecho, algunas fuentes lo relacionan con el hecho de que muchos subsaharianos se lanzan ahora a hacer la travesía en lanchas hinchables de juguete que compran en grupos y por su cuenta, con lo que evitan pagar los aproximadamente 900 euros que exigen, por persona, las mafias que se dedican a organizar los viajes clandestinos.

Las inmigrantes que han utilizado este método ya han contado a su llegada a España cómo las compran en bazares del norte de Marruecos, en los que abusan de su necesidad y les cobran unos 400 euros por unas balsas que en España pueden costar entre 60 y 80 euros.

El método, según fuentes policiales, incrementa los riesgos de la travesía, dado que navegan por su cuenta, sin conocimientos del mar, y en unas balsas que son de juguete y no están homologadas para navegar, ni mucho menos para enfrentarse a las corrientes del Estrecho ni al constante trasiego de buques mercantes en la zona.

Los que son rescatados, tras ser atendidos por Cruz Roja en Tarifa, son trasladados por un máximo de 72 horas a la Comisaría de Policía Nacional de Algeciras, donde estos días la avalancha de subsaharianos interceptados está causando una alarmante saturación en los calabozos.