El Consejo de Gobierno de la Junta ha dado este martes el "pistoletazo de salida" a la elaboración de la Estrategia de Innovación de Andalucía 2014-2020, documento que establecerá los criterios para impulsar esta materia como factor de crecimiento y dar continuidad al aumento del gasto en I+D, que incluso durante los últimos cuatro años de crisis económica ha duplicado el promedio del conjunto de España.

Según ha explicado en rueda de prensa el portavoz del Ejecutivo andaluz, Miguel Ángel Vázquez, dicha estrategia se dirigirá a tres objetivos fundamentales: reorientar la política económica económica y el modelo productivo hacia el objetivo de la sostenibilidad; detectar y aprovechar las oportunidades de especialización que presenta la comunidad autónoma, sobre todo en ámbitos como las energías renovables o la biotecnología, e involucrar en la consecución de estas metas tanto a las universidades y los centros públicos de investigación como a los agentes económicos y sociales y a las principales empresas andaluzas generadoras de innovación.

Entre otros contenidos, el plan incluirá un análisis del sistema andaluz de innovación; una caracterización del modelo productivo con especial atención al posicionamiento de la comunidad respecto a otras regiones europeas; una identificación de las áreas y sectores con mayor potencial de especialización; el diseño de las políticas para alcanzar los objetivos propuestos, y un sistema participativo de seguimiento y evaluación.

El documento de la estrategia será elaborado por un grupo de trabajo que designará la Comisión de Política Económica de la Junta, integrado por representantes tanto de la Administración autonómica como de las empresas incluidas en el sistema andaluz de investigación e innovación (Red de Espacios Tecnológicos de Andalucía, empresas de la Corporación Tecnológica de Andalucía, universidades, sector de la economía social y trabajadores autónomos).

GRUPO DE TRABAJO Este grupo recabará también la participación de un panel de expertos que aportará informes técnicos y que estará integrado por tres grupos: emprendedores; especialistas universitarios y de espacios tecnológicos, y representantes de los sectores aeroespacial, agroalimentario, energético y medioambiental, turístico, biotecnología y salud, construcción sostenible y tecnologías de la información y la comunicación.

La Estrategia de Innovación de Andalucía dará continuidad al esfuerzo realizado en esta materia durante todo el periodo autonómico. Incluso en los últimos cuatro años, coincidiendo con el actual periodo de crisis económica, el gasto en I+D ha aumentado en Andalucía un 11,5 por ciento, casi el doble del promedio español del 6,3 por ciento. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística, este incremento ha favorecido un avance en cinco puntos en términos de convergencia tecnológica con el conjunto nacional, desde el 80,3 en 2007 al 85 por ciento en 2011. Tomando como referencia el año desde que se tiene información, 1987, este proceso de convergencia ha aumentado en 28,7 puntos en el último cuarto de siglo.

En 2011, las inversiones de I+D en Andalucía alcanzaron los 1.648,5 millones de euros, cifra que la mantiene como tercera comunidad autónoma por este concepto, tras Madrid y Cataluña.

RED DE ESPACIOS TECNOLÓGICOS En el ámbito de la investigación y la innovación, el tejido productivo andaluz cuenta actualmente con el apoyo de diez universidades públicas, más de 25.000 investigadores (15.000 de ellos doctores) y alrededor de 2.000 grupos de investigación. De acuerdo con los datos del curso 2012/2013, en las universidades públicas de la comunidad estudian más de 245.000 alumnos y se imparten 413 grados, 458 másteres y 238 programas de doctorado.

Andalucía alberga 11 parques tecnológicos, con casi 1.300 empresas instaladas, 37.000 empleos y una facturación global de más de 4.800 millones de euros, así como 22 centros tecnológicos y 16 fundaciones y centros de innovación y tecnología. La dotación se complementa con las cinco Instalaciones Científicas Tecnológicas Singulares (ICTS) del mapa nacional ubicadas en la comunidad autónoma. Este conjunto se integra en la Red de Espacios Tecnológicos de Andalucía, encabezada por las tecnópolis Cartuja 93 de Sevilla y PTA de Málaga.

Un destacado foco de investigación, vinculado al área de la biomedicina, es el Parque Tecnológico de la Salud de Granada, donde se desarrollan proyectos estratégicos como el Banco de Células Madre, el Centro de Genómica e Investigación Oncológica y el Centro de Investigación de Medicamentos Innovadores. También destacan el Centro Andaluz de Biología Molecular y Medicina Regenerativa (Cabimer) de Sevilla y el Centro Andaluz de Nanomedicina y Biotecnología (Bionand) de Málaga.

En el mismo ámbito, una de cada diez patentes biotecnológicas que se registran en España procede del Servicio Andaluz de Salud (SAS). Desde el inicio de su plan de I+D+i en 2006, el sistema sanitario público de la comunidad ha generado 275 patentes, el número de sus investigadores se ha triplicado hasta superar los 2.000 y las publicaciones científicas en bases de datos con visibilidad internacional han crecido un 64 por ciento, pasando de 1.878 a 3.087.

Andalucía también es líder en energías renovables. De acuerdo con los últimos datos comparativos a nivel nacional, aportados por el Instituto de Diversificación y Ahorro Energético, Andalucía dispone del 16,3% de la potencia total instalada renovable en el territorio español. Con un total de 5.876 mw, figura en los lugares de cabeza en todas las tecnologías renovables y es líder en termosolar (947,5 mw) y en aprovechamiento y consumo de biomasa térmica (256,98 mw), además de ser la segunda comunidad en fotovoltaica (833,49 mwp) y situarse a la cabeza de Europa en instalaciones fotovoltaicas con tecnología de torre.