El presidente andaluz, José Antonio Griñán, defendió ayer la honradez de su Gobierno y dijo que nadie le puede hacer «un solo reproche» en sus 35 años como servidor público, mientras el líder del PP-A, Juan Ignacio Zoido, le responsabilizó del «mayor escándalo de corrupción».

«Yo no sé cómo voy a pasar a la historia, pero durante 35 años como servidor público no hay nadie que me pueda hacer un solo reproche, mi patrimonio es claro», afirmó tajante durante su comparecencia a petición propia ante el Parlamento andaluz para dar explicaciones sobre el caso de los ERE irregulares en Andalucía.

El presidente de la Junta se pronunció de esta forma después de que el presidente del PP-A, Juan Ignacio Zoido, le señalara como la «pieza clave» del puzzle que la justicia «se está encargando de encajar» y vaticinara que pasará a la historia como «el responsable político del mayor escándalo de corrupción».

El presidente de la Junta le pidió que tenga la «honradez intelectual y política» de denunciar con pruebas y no lanzar insinuaciones, por ejemplo, sobre una presunta financiación irregular del PSOE. «El PSOE no se ha financiado con los ERE, ¿puede usted decir con la misma rotundidad que el señor Bárcenas no beneficiaba al PP?», le preguntó Griñán, que le reprochó que siendo jurista «falte a la verdad» al decir «lindezas» como que es el «cajero de los ERE».

Zoido insistió en que es «responsable político por acción o por omisión» y que el PP continuará adelante porque cree que hay razones suficientes para que asuma su responsabilidad «por no impedir esta organización criminal». Lamentó que el presidente andaluz haya comparecido después de que España haya asistido al «espectáculo vergonzoso» de ver a un perro policía «sacar debajo de un colchón los fajos de billetes del dinero de los parados», en referencia a los 80.000 euros que tenía el exsindicalista Juan Lanzas.

Alimentó el fondo de reptiles. Según Zoido, Griñán «conocía el sistema del fondo de reptiles desde el origen», que a pesar de su «carácter irregular» lo mantuvo en la Junta como consejero y como presidente, y que desde 2004 «lo alimentó cebando la partida corrupta» y no lo corrigió «hasta que la investigación judicial lo puso contra las cuerdas».

En su primera intervención, en la que fue interrumpido con aplausos en cuatro ocasiones que no fueron secundados por IU, socio del Gobierno de coalición, el presidente aseguró que las responsabilidades «llegarán hasta donde hayan de llegar», aunque «desde la razón y no desde el interés partidario». «El fraude es de una enorme gravedad, no admite paliativos».

Reiteró que de los informes de la Intervención General de la Junta nunca se dedujo la existencia de menoscabo de fondos públicos en aquel momento, y sobre las ampliaciones de crédito de la partida 31L, dijo que es una «habilitación legal» y siguen un proceso reglado con los controles e informes preceptivos.

Según Griñán, «mal que le pese al PP, fue el Gobierno andaluz el que tomó siempre la iniciativa al colaborar con la justicia desde el año 2009», resaltó, antes de recordar que no fue hasta el 19 de marzo de 2011 cuando el juzgado número 6 de Sevilla dictó un auto incoando diligencias previas.