Durante la cuarta jornada del jucio contra José Bretón, acusado de matar a sus hijos en Córdoba, la gran protagonista ha sido su mirada. El acusado no ha quitado ojo a los testigos durante sus declaraciones, incluso en algunos casos ha llegado a intimidarlos e incomodarlos.

Con la mirada fija, penetrante, así ha permanecido Bretón durante la sesión. Y los 15 testigos de hoy la han sufrido durante sus declaraciones. Los ojos clavados en ellos, tan intimidatorios que la directora de la guardería del pequeño no ha podido soportarlo. Josefa incluso ha abandonado la sala por el lugar más lejano para evitarle.

Una mirada que, según algunos testigos, les impactó especialmente el día anterior a la desaparición de sus hijos. Dicen que tenía mirada de psicópata. Pocas veces se le ha visto con el gesto perdido durante el juicio. Cuando los testimonios le favorecen asienta con la cabeza. Cuando se ve acorralado la cara le cambia totalmente. Sus únicos movimientos han sido para hablar con su abogado y algún síntoma de cansancio.