El expresidente andaluz José Antonio Griñán, que fue elegido ayer senador en representación de la comunidad autónoma con los votos del PSOE e IU, dijo que, en principio, no se plantea recurrir el auto de la juez Mercedes Alaya, que no le ha sido notificado porque «no hay propuesta de imputación».

En una comparecencia ante la prensa antes de ser designado senador, a la que acudió acompañado de los exconsejeros de Economía y Empleo, Antonio Ávila, y Hacienda, Carmen Martínez Aguayo, también señalados en el auto, así como de la cúpula del PSOE andaluz y del grupo parlamentario, Griñán afirmó que es un auto «bastante inclasificable» desde un punto de vista procesal.

Lo tildó, además, de «irrelevante» en lo jurídico, aunque lamentó el «daño personal» causado, y preguntado si ha pensado renunciar a su condición de aforado como senador, recordó que ya lo estaba como diputado autonómico, tras lo que subrayó: «Tengo títulos suficientes para estar en el Senado», por lo que consideró una «mezquindad» que se le acuse de utilizar las instituciones.

Griñán, que no se plantea dimitir como presidente del PSOE, dijo que el auto es «innecesario» porque «ni imputa ni inculpa», lo que achacó a que no procede hacerlo, y dijo que tampoco «solicita imputación» porque para hacerlo debe tener «algún indicio o principio de prueba sobre hechos».

El expresidente de la Junta criticó, por otra parte, que el auto se difundiera «en el momento exacto» de la toma de posesión del nuevo Gobierno andaluz y a través del PP-A.

Tras su comparecencia se celebró el pleno del Parlamento en el que fue designado senador sin el respaldo del PP, que considera que el objetivo de Griñán es «buscar un refugio -en la Cámara Alta- que le haga de barrera o burladero contra la corrupción por el fraude los ERE».

IU, aunque sí votó a favor de la designación, advirtió de que si Griñán es imputado finalmente pedirá su dimisión «igual que si llega una petición de imputación en firme de [Javier] Arenas, que también es senador», señaló el portavoz parlamentario de la federación de izquierdas, José Antonio Castro.

El expresidente de la Junta contó con un respaldo de 55 votos de los 104 posibles: los del PSOE -salvo el de la presidenta andaluza, Susana Díaz, quien se desplazó a Madrid donde horas más tarde sería recibida en audiencia por el Rey Juan Carlos- y los de IU, excepto dos, que no acudieron a la votación.

El PP sí votó a favor de la designación como senadores de la exconsejera de Educación Mar Moreno y del vicesecretario general del PSOE-A, Mario Jiménez.

El portavoz parlamentario de los populares, Carlos Rojas, destacó que Griñán es el senador por esta comunidad autónoma que menos apoyo ha recibido en la historia del Parlamento andaluz. Asimismo, acusó al PSOE de utilizar esta institución en su beneficio.

Por su parte, el número dos del PSOE-A, Mario Jiménez, reprochó al PP-A «haber roto una regla más de la convivencia democrática y del funcionamiento de las instituciones» al no apoyar la designación del expresidente.

En este pleno estaba previsto que se sometiera igualmente a votación la designación de la exconsejera de Hacienda Carmen Martínez Aguayo, también señalada en el auto de los ERE, como secretaria tercera de la Mesa del Parlamento, en sustitución de la diputada Remedios Martel. Aunque finalmente no se incluyó en el orden del día, según el PSOE, que aseguró que se llevará a otro pleno, fuentes de IU apuntaron que no iban a respaldar esa propuesta, lo que habría llevado al PSOE a retirarla.