La Caja Rural del Sur y Caja Rural de Córdoba han aprobado este lunes en asambleas generales extraordinarias el proyecto común de fusión de ambas entidades, junto al balance, los planes de negocio y las correspondientes modificaciones de los estatutos sociales por mejoras en la autorregulación de la gobernanza y con motivo de la misma fusión.

Las dos entidades objeto de la fusión, Caja Rural del Sur y Caja Rural de Córdoba, a 30 de junio de 2013, suman un balance con un total activo de 7.105 millones de euros y un volumen de negocio de 8.577 millones de euros, del que los depósitos de clientes ascienden a 4.415 millones de euros. Ambas entidades han crecido conjuntamente un seis por ciento en los depósitos de clientes en el primer semestre del ejercicio 2013.

Las dos entidades suman, según señalaron en una nota, un total de 1.063 empleados, 861 de Caja Rural del Sur y 202 de Caja Rural de Córdoba. En cuanto a número de oficinas ambas entidades suman un total de 373, de las que 281 corresponden a la primera y 92 a la segunda, situadas en las provincias de Sevilla, Huelva, Cádiz, Córdoba y Málaga.

A junio el ratio de morosidad de ambas cajas rurales es del 11,12 por ciento, aún por debajo de la media del sector y un alto ratio de cobertura de un 72 por ciento (con un mantenimiento de la provisión genérica en el máximo exigido por Banco de España, un 125%).

El ratio de solvencia (Tier 2) del Grupo Cooperativo Ibérico de Crédito a dicha fecha se sitúa en el 13,37 por ciento y el ratio de capital principal en el 11,95 por ciento, muy por encima de los mínimos regulatorios del ocho por ciento y nueve por ciento, respectivamente. La entidad fusionada tendrá un ratio de solvencia y de capital principal aproximadamente mayor al del actual grupo en un punto adicional, esto es en torno a un 14 por ciento de ratio de solvencia y un 13 por ciento de capital principal.

El Grupo Cooperativo Ibérico y la Caja Rural del Sur, como entidad central, mantienen un rating BBB, el mismo que el Estado español, y, además, se sitúa en el segundo puesto dentro de la Asociación Española de Cajas Rurales y entre los cinco primeros grupos financieros de España.

Los objetivos para los próximos meses y ejercicio son la mejora en la eficiencia, mediante el incremento del margen de negocio, así como seguir manteniendo las fortalezas que tiene actualmente el grupo, sobre todo en términos de solvencia y liquidez. Desde hace años, la política de fusiones está siendo impulsada por el Banco de España y el Gobierno central para acabar con la atomización del sector.