El Gobierno andaluz manifestó ayer que los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2014 le obligan a hacer un presupuesto para la comunidad «al límite», y advirtió de que a la administración autonómica «ya no le queda más grasa para seguir adelgazando». En la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno, la consejera de Hacienda y Administración Pública, María Jesús Montero, explicó que los presupuestos del próximo ejercicio se están elaborando en un escenario «muy duro y complicado», porque se parte de ajustes que ya se han realizado en años anteriores y, por mucho que se empeñe el Gobierno de Mariano Rajoy, «a la administración andaluza no le queda grasa para seguir adelgazando».

Dijo que se va a hacer «un esfuerzo tremendo», sin repercutir en los pilares del Estado del bienestar, que será la partida presupuestaria más importante.

«El Gobierno andaluz se plantea todo, porque cuando uno tiene que hacer un presupuesto teniendo en cuenta todo el gasto que tiene que desmontar, se plantea todo y profundiza y revisa todas las partidas que componen el presupuesto porque hay quitar del gasto, por el camino más corto, 1.200 millones de euros», indicó Montero, quien apuntó que eso significa que todas las partidas y todos y cada uno de los capítulos «están sujetos a revisión». No obstante, señaló que se afrontará ese hecho «con inteligencia, blindando los servicios públicos y que se pierda lo menos posible de empleo público». Respecto a los funcionarios, el objetivo es que no haya «disminuciones salariales añadidas sobre lo que vienen cobrando en 2013», pero dijo que no puede afirmar ni negar nada sobre la posible reposición o no de la paga extra.