La donación de órganos se escribe con mayúsculas en Andalucía. El pasado año, el 83% de las familias dijeron «sí» a la donación, respuesta que se tradujo en una importante reducción de las listas de espera para trasplante, con un descenso acumulado del 26% en los tres últimos años. Actualmente hay un total de 715 personas esperando su turno, de los que 536 necesitan un riñón, trasplante en el que, un año más, Carlos Haya se confirmó como referente a nivel andaluz y nacional.

La Coordinación Autonómica de Trasplantes se creó a principios de la década de los 90. Entonces, la negativa a donar los órganos de un familiar fallecido se situaba en el 70%, frente al 17% registrado en 2013, porcentaje que ha situado la tasa de donación en Andalucía en 35,2 donantes por millón de habitantes, por encima de la media nacional (34,8), prácticamente el doble de la europea (18) y muy superior a la de Estados Unidos (26).

Así, durante 2013, los hospitales públicos andaluces realizaron 686 trasplantes de órganos, de los que 61 fueron de donante vivo (60 renales y 1 hepático), cifras que la consejera de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, María José Sánchez Rubio, dijo ayer que hay que agradecer a la solidaridad que han mostrado las familias de 297 donantes fallecidos y a 61 donantes vivos, pero también a todos los colectivos y agentes sociales implicados en el proceso de donación de órganos.

Del total de trasplantes, 412 fueron de riñón (de ellos, tres birrenales, 60 de donante vivo y once infantiles); 195 de hígado (nueve fueron a pequeños y uno de donante vivo), 34 de pulmón (dos infantiles), 27 de corazón (dos de ellos en niños) y 18 de páncreas. A ellos, hay que sumar que a 1.400 pacientes se les realizaron implantes de diferentes tejidos, óseo o córneas, entre otros.

Son cinco los hospitales andaluces autorizados para trasplantes, entre ellos Carlos Haya, que el año pasado realizó 152, de los que 106 fueron de riñón (la mayor cifra de toda Andalucía), 40 de hígado y seis de páncreas.

Respecto al perfil del donante fallecido, la edad media ha pasado de 35 años en 1991 a más de 61 años en 2013, gracias, sobre todo, al descenso de la mortalidad por accidentes de tráfico, que ha pasado de representar un 38% del total de los donantes de órganos hace 20 años, a sólo un 5% el pasado año. Así, a día de hoy, uno de cada tres donantes tiene 70 o más años, mientras que los menores de 45 años apenas representan el 12%.

Los donantes vivos tienen, por su parte, nombre de mujer. Representan el 62%, siendo el de mayor edad en 2013 un persona de 71 años y el más joven, uno de 22. La mayoría de estas donaciones se producen entre padres e hijos, seguida de las realizadas entre parejas y hermanos.