No hubo fumata blanca como se esperaba por segunda vez y la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, regresó ayer noche a Madrid sin lograr imponer a su candidato, José Luis Sanz, para sustituir a Juan Ignacio Zoido en la presidencia del partido. La resistencia de varios presidentes provinciales como los de Málaga y Cádiz a que el relevo de Zoido se realizase sin un consenso previo provocó primero que el pasado miércoles se anulara una cena donde se iba a anunciar el nombre de Sanz como candidato y, segundo, que ayer concluyera la junta directiva del PP con algo insólito entre las filas populares: se convoca un congreso extraordinario el 1 y 2 de marzo en Sevilla para elegir al nuevo presidente del partido en sustitución de Juan Ignacio Zoido sin un candidato fijado de antemano.

Según fuentes consultadas por La Opinión de Málaga ahora la decisión recae en exclusiva en el presidente del PP, Mariano Rajoy, que en los próximos días propondrá al nuevo líder de los populares andaluces. La otra posibilidad que se barajaba durante todo el día de ayer es que se pudieran presentar al congreso de marzo varios candidatos, aunque estas mismas fuentes aseguran que Rajoy tiene ahora la última palabra tras frenar en dos ocasiones el intento de Cospedal y Zoido por situar al alcalde de Tomares en la presidencia del partido en Andalucía.

La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, que presidió ayer la junta directiva, evitó en todo momento pronunciar un nombre, al igual que Zoido, y así la palabra más repetida ayer entre todos los dirigentes populares fue «consenso», la misma que algunos presidentes provinciales como Elías Bendodo y Antonio Sanz han reclamado internamente desde que en noviembre se abrió el melón de la sucesión de Zoido.

Cospedal anunció ayer que este será un «congreso democrático» y señaló que el partido no está «en el debate sobre las personas», sino sobre los proyectos».

Pero la salsa informativa del día de ayer fue el almuerzo previo que Cospedal mantuvo con los ocho presidentes provinciales y al que también acudieron Javier Arenas y Carlos Floriano. Fuentes del PP señalaron a este periódico que durante el almuerzo no se habló en ningún momento del nombre de José Luis San y que se trató de cerrar filas tras los encontronazos entre los presidentes que bendecían la operación de Cospedal y los que reclamaban un debate interno para cerrar el nombre del futuro presidente del PP andaluz.

Ahora se abre un escenario nuevo. Según dirigentes del PP que asistieron a la junta directiva de ayer, será Rajoy en persona el que marque los tiempos y lo más probable -explican- es que días antes de la celebración del congreso (el plazo para presentar candidaturas acaba el día 12) y tras varias rondas de consultas se decida el sustituto de Zoido. Por tanto, queda descartado que se repita el escenario de Galicia o Baleares, donde sí se presentaron varias candidaturas, ya que tras la reunión de ayer casi todos los dirigentes se mostraron a favor de un nombre de consenso.

La duda es saber quién. Fuentes del PP señalan que José Luis Sanz cuenta aún con opciones, pero tras dos intentos fallidos queda muy tocado ya que ofrece un argumento fácil para los otros partidos. Entran, por tanto, otra vez en liza y con fuerza la delegada del Gobierno en Andalucía, Carmen Crespo, y puede que hasta el secretario de Estado de Asuntos Sociales, Juan Manuel Moreno Bonilla tenga opciones. El alcalde de Córdoba y los ministros Arias Cañete y Fátima Báñez también están en las quinielas, pero el primero se autodescartó y los otros dos parece que no tienen opciones debido a que Cospedal aseguró el lunes que el relevo de la presidencia del PP andaluz no implicaría una crisis de Gobierno. Pero ahora el escenario es distinto, pues los dos ministros cuentan con el aval de Rajoy y Cospedal lo anunció dando por hecho que José Luis Sanz sería el candidato. Luego hubo rebelión.