Se imputa o no delito a los expresidentes andaluces Manuel Chaves y José Antonio Griñán en la providencia que dictó ayer el magistrado del Tribunal Supremo Alberto Jorge Barreiro en las que los cita los próximos días 9 y 14 de abril, respectivamente, para que comparezcan en calidad de imputados en la causa que investiga los presuntos ERES irregulares en esta comunidad autónoma. Este ha sido el debate de hoy y el fuego cruzado entre el PSOE y todos los demás partidos políticos que han visto en la providencia dictada por el Supremo en una munición de primera para tirar de hemeroteca y recordar tanto a la presidenta andaluza, Susana Díaz, como al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, que han declarado en numerosas ocasiones que no mantendrán a ningún político imputado en cargos públicos. El PSOE ayer, tras cambiar varias veces de versión, optó ayer noche por unificar discursos y decidió que sólo le pedirán a Chaves y Griñán que dejen sus escaños si la imputación conlleva la atribución de un delito.

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Lo que ninguno de los dos líderes ha querido contestar en qué diferencias hay entre el caso de Griñán y Chaves y el del exsecretario y candidato del PSOE a la Comunidad de Madrid, al que Sánchez cesó amparándose en un posible caso de mala gestión en la construcción del tranvía de Parla cuando el fue alcalde. El PP ha requerido a Pedro Sánchez por qué sí ha actuado en Madrid y le retó a que hiciera lo mismo en Andalucía, para añadir que no interviene por la falta de autoridad ante Susana Díaz.

Pero el debate de hoy es si la imputación de Chaves y Griñán lleva emparejada la atribución de un delito. Para el ministro de Justicia, Rafael Catalá, está claro que en el caso de los ERE se ha llamado a declarar como imputados a los expresidentes Manuel Chaves y José Antonio Griñán por la supuesta comisión de delitos "que tienen que ver con la prevaricación y con la malversación". "A nadie se le llama a declarar como imputado sin delito concreto", ha declarado Catalá en los pasillos del Congreso, un día después de que el PSOE afirmara que solo pediría a Chaves y Griñán su escaño si se les atribuye delito.

Sin embargo, el propio presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, Carlos Lesmes, ha arrojado un poco de luz en el debate político y ha asegurado esta mañana que la imputación de los expresidentes es un "mero trámite" que resultaba "necesario y obligatorio" atendidas las circunstancias. Por lo tanto, "no significa nada a día de hoy", y "una vez se les reciba declaración podrá haber ya decisión por parte del instructor", ha señalado Carlos Lemes este miércoles a preguntas de los periodistas a su su llegada al Tribunal Superior de Justicia de Extremadura (TSJEx) en Cáceres.

En esta línea, Lesmes ha explicado que lo que hay hasta el momento es una "decisión del instructor" de recibirles "declaración" en la medida en la que el instructor recibe una "exposición razonada" por parte del juez, y "no pueden" ir a declarar "en otra condición que no sea la de imputado", ha concluido el presidente del Tribunal Supremo.

La decisión del Supremo afecta a los citados Chaves y Griñán y los aforados en la causa, los exconsejeros Gaspar Zarrías, Francisco Vallejo y Mar Moreno -todos ellos solicitaron comparecer voluntariamente-, quienes comparecerán entre los próximos 7 y 27 de abril, una vez celebradas las elecciones autonómicas andaluzas. Los cinco han firmado un escrito en el que consideran "desafortunadas y equivocadas" las informaciones que "afirman que el Tribunal Supremo les ha imputado". Según este comunicado, no se ha dictado contra ellos auto de imputación, ni auto de apertura de juicio oral, por lo que no cabe considerarlos imputados.

Pero pese a la aclaración del propio presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, el PP no ha bajado un ápice su intensidad en pedir a Pedro Sánchez la cabeza de Manuel Chaves y de José Antonio Griñán, mientras que en el PSOE arremeten contra el ministro de Justicia y reiteran que sólo pedirán que dejen sus cargos si después de sus declaraciones ante el Supremo se dicta un auto con imputaciones concretas de delitos.

Aún así el caso ha sido una bomba para el PSOE y Pedro Sánchez ha estado escurridizo con la prensa este miércoles tras la imputación de Chaves y Griñán. Ha insistido en que cumplirá con su palabra: "Cuando se produzca esa imputación con delito, si es que se produce, el PSOE actuará y por lo tanto cumpliré con mi palabra", ha prometido Sánchez. El líder del PSOE ha asegurado que no ha habido "ningún cambio de criterio" en el partido ni "ha bajado el listón" a la hora de exigir responsabilidades políticas por casos de corrupción.