Inmersa ya de lleno en la carrera electoral, la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, visitó ayer de nuevo Málaga para participar en la jornada «Andalucía. Innovación 2020» organizada por la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), donde presentó la Estrategia de Innovación de Andalucía 2020. Esta reciente iniciativa aprobada por el Gobierno andaluz, con una dotación prevista de 1.000 millones de euros, tiene entre sus objetivos elevar al 50% el peso del sector privado en el gasto global en I+D+i y llevar la inversión pública en este ámbito hasta el 2,2% del PIB para ese año.

Según Díaz, la medida ayudará a duplicar en cinco años el número de patentes e investigadores que hay en la comunidad. En materia innovadora, el programa se une a otras iniciativas presentadas en las últimas semanas por la Junta como el plan de retorno de talentos jóvenes para intentar atraer a los universitarios andaluces emigrados tras completar su formación, aunque los detractores de Díaz le recuerdan que los recortes de la Junta en años anteriores, en parte, también hayan propiciado esa fuga.

En todo caso, Díaz defendió ayer que los 30.000 investigadores con que cuenta Andalucía, sus 2.200 grupos de investigación, sus diez universidades y sus once parques tecnológicos son materia suficiente para afirmar que la comunidad «no parte de cero» en el ámbito de la innovación, ya que tiene «un caudal acumulado» que le permite ser «puntera» en sectores como la investigación biomédica o bioquímica.

«Entendemos en Andalucía que lo que va a hacer competitivo a nuestro modelo productivo, lo que va a ayudar a que las empresas ganen tamaño, a que sean más productivas y a que ganen nuevos mercados es nuestra Estrategia de Innovación», dijo la presidenta, que pretende que la comunidad «crezca de manera más sostenible y más potente» en un contexto de posible recuperación en que ve todavía «fragilidad».

La Estrategia de Innovación de Andalucía 2020 que responde a la petición de la Comisión Europea de impulsar estas políticas en las regiones perceptoras de los Fondos de Cohesión y movilizará inversiones públicas y privadas hacia oportunidades de desarrollo basadas en la innovación para reorientar el modelo productivo.

Sobre la propuesta lanzada el pasado lunes por el presidente de la CEA, Javier González de Lara, para la creación y consolidación de un «corredor económico» en el eje Sevilla-Málaga, Díaz aseguró que «todo lo que sea sumar» le parece «positivo». «Tanto Málaga como Sevilla tienen mucho que aportar al conjunto de Andalucía, y entiendo que es un eje para ayudar a las ocho provincias andaluzas», dijo.

La presidenta de la Junta también habló a su paso por Málaga de las críticas que ha recibido su idea de crear una oficina de lucha contra el fraude en la comunidad autónoma si gana las próximas elecciones. «Quien no quiera colaborar, que no colabore», atajó Díaz, que aseguró que el citado organismo será «un instrumento muy válido para prevenir el fraude y la corrupción».

«Creo que eso es lo que esperan los andaluces de esta presidenta, igual que estoy poniendo en marcha todos los controles que marca la Intervención General de la Junta de Andalucía, igual que estamos llegando al límite de la transparencia para que los ciudadanos conozcan hasta el último euro que se gasta de sus impuestos», alegó la responsable de la Junta. A su juicio, no sólo hay que «atajar la corrupción, sino prevenirla».