Ha pasado ya un mes desde que comenzó el curso y a estas alturas aún hay niños en riesgo de exclusión social que no reciben su bolsa con la merienda y no tienen garantizadas las tres comidas diarias del plan SYGA. La Junta de Andalucía presume del programa. Ayer la consejera de Educación, Adelaida de la Calle, informó en el pleno del Parlamento de que 15.906 escolares de 1.060 centros docentes públicos se benefician ya este curso del plan, si bien reconoció que la previsión de la Consejería es atender a una cifra similar a la del año pasado (23.583 alumnos a través de 1.303 centros) en toda Andalucía.

No dejan de ser cifras. La realidad de muchas familias es dramática, según denuncian los equipos directivos de los centros docentes situados en estas zonas deprimidas. La Junta insiste en que los beneficiarios se incorporarán al programa a medida que así lo establecen los informes de los servicios sociales comunitarios de los municipios.

Pese a todo, De la Calle hizo hincapié en que el SYGA está funcionando con normalidad y que, además, se trabaja para su mejora. Aunque reconoció estas incidencias, las justificó en la «compleja maquinaria que implica a familias, ayuntamientos, colegios, Administración y empresas de catering».