El avión Impulse II, que vuela únicamente con energía solar, aterrizó con las primeras luces del día en el aeropuerto de la ciudad española de Sevilla tras cruzar el Atlántico Norte y superar una de las etapas más difíciles de su gira alrededor del mundo.

El aparato aterrizó a las 07.38 hora local (05.38 GMT), a los mandos del piloto suizo Bertrand Piccard, después de dos días, 23 horas y 10 minutos de viaje, desde que despegó a las 02.30 hora local (06.30 GMT) del lunes del aeropuerto JFK de Nueva York.

Esta travesía, de casi 6.300 kilómetros, se considera una de las etapas más difíciles de este proyecto, dada su duración, las condiciones meteorológicas y el intenso tráfico aéreo de esta zona.

La aeronave sobrevoló Sevilla, en el sur de España, y su aterrizaje fue escoltado por una pareja de cazas Eurofighter y por la Patrulla Águila, del Ejército del Aire español.

El Impulse II completó así la etapa número quince de su vuelta alrededor del planeta, con la que promociona las energías renovables, tras haber volado ya por Omán, India, Myanmar, China, Japón y Estados Unidos.

Esta hazaña de Piccard sigue a la protagonizada el año pasado por el otro ingeniero que impulsa este proyecto, el también suizo André Borschberg, quien sobrevoló el Océano Pacífico durante cinco días y sus correspondientes noches.

Entonces fijó un nuevo récord mundial de vuelo sin escalas y en solitario, para demostrar que las energías renovables pueden cubrir las necesidades energéticas del planeta.

Borschberg fue el primero en subir hoy a la cabina del Impulse II y fundirse en un largo abrazo con su compañero Piccard, quien no pudo reprimir un potente "¡Good morning Sevilla!" nada más bajar del avión.

Posteriormente, Bertrand Piccard besó a su esposa, a su hija y a su hermana e ironizó ante la prensa: "Colón hizo el viaje de ida a América y alguien tenía que volver".

Piccard señaló que su viaje desde el Nuevo al Viejo Mundo no ha sido solo geográfico, sino también simbólico, porque ha llevado a Europa "el nuevo mundo de las tecnologías limpias y del respeto a la naturaleza", del que se ha proclamado "embajador".

Destacó que de todas las aeronaves que han cruzado el Atlántico, la suya ha sido la primera que lo ha hecho con tecnologías limpias y sin ningún tipo de emisiones.

El proyecto Solar Impulse de completar la vuelta al mundo a bordo de un avión propulsado exclusivamente con energía solar persigue concienciar a los gobiernos de las ventajas de las energías renovables y animarles a que apliquen las tecnologías limpias que permitan preservar el medio ambiente.

El equipo deberá decidir ahora cómo completa la vuelta al mundo. En principio se prevén realizar dos vuelos más, uno desde Sevilla hasta algún punto del Mediterráneo y el segundo y último, desde ese punto hasta Abu Dabi, en Emiratos Árabes Unidos, donde en marzo de 2015 comenzó esta aventura.

El Impulse II es un avión monoplaza, fabricado con fibra de carbono, con una envergadura alar mayor que la del Boeing 747, pero desplaza un peso similar al de un automóvil familiar vacío.

Mantiene una velocidad de travesía de entre 45 y 55 kilómetros por hora, mientras que alcanza un techo de vuelo máximo de 8.500 metros de altitud.

Un total de 17.248 células solares incorporadas en las alas cargan las cuatro baterías que a su vez accionan los cuatro motores eléctricos y las hélices.

Gracias a las diez cámaras que lleva, los miles de seguidores de este proyecto pueden ver en todo momento las evoluciones del piloto, que son monitorizadas en tiempo real por un equipo de ingenieros ubicado en Mónaco.