La presidenta andaluza, Susana Díaz, sostiene que el caso del presunto fraude en los cursos de formación de la Junta ha sido una "gran farsa" que el PP ha querido convertir en un "escándalo" que intentó montar el equipo del "superministro del Interior", Jorge Fernández Díaz.

En una entrevista en Tele 5, la jefa del Ejecutivo andaluz respondió en estos términos a la pregunta de la incidencia que han podido tener en los resultados electorales los casos ERE y de los cursos de formación de la Junta. "El caso de los ERE ha sido muy desagradable, pero el de la formación se está demostrando que ha sido una gran farsa que algunos han querido convertir en un escándalo en Andalucía cuando en otros sitios era un fraude a la Administración", aseveró.

Díaz enfatizó que los jueces y los tribunales están "poniendo las cosas en su sitio y demostrando que no estamos ante el gran fraude que intentó montar el superministro de Interior (Jorge Fernández-Díaz) un miércoles santo diciendo que se trataba de miles de millones". "Qué casualidad, en Madrid, Galicia o Castilla-León se había defraudado a la administración", ironizó.

La presidenta admitió, no obstante, que el procedimiento "puede tener deficiencias, pero subrayó a continuación que su gobierno "las ha corregido para el futuro".

Del caso de los ERE, comentó que ha supuesto un "un coste económico con daño a la administración, con algo doloroso como el dinero de las prejubilaciones, y daño a los prejubilados que habían trabajado".

A su juicio, este asunto ha provocado un "daño electoral" y recordó que el expresidente José Antonio Griñán se fue "por responsabilidad política cuando no se había llevado un duro".

"Fue doloroso, me duele que esas cosas pasen estando gobernando el PSOE, quizás al PP le da igual que le pase, pero a mí me duele. En eso tampoco somos iguales y todo lo que he hecho desde que llegué a la Presidencia fue poner controles para que los andaluces nunca se tengan que avergonzar", señaló.

Díaz advirtió de que no va a permitir lo que ha intentado el PP, que es "difamar e insultar", y consideró que "todo no vale por arañar votos". "En algún momento les ha venido bien (por el PP), pero se le hace daño a la democracia. Todos no somos iguales", apostilló.