El magistrado Pedro Izquierdo, que fue secretario general para la Justicia de la Junta entre 2008 y 2014 y que ha sido designado como ponente del juicio contra los expresidentes Manuel Chaves y José Antonio Griñán por la 'pieza política' de los ERE fraudulentos, ha rechazado abstenerse como ponente del juicio pero ha solicitado a la Audiencia Provincial de Sevilla que valore la "perturbación" generada en la actividad "ordinaria" del tribunal tras las recusaciones planteadas por Manos Limpias y PP-A.

En un informe difundido por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), consultado por Europa Press, el magistrado considera "procedente" que sea la Sala a la que corresponda conocer de los incidentes de recusación planteados por Manos Limpias y PP-A la que, "valorando todas las circunstancias expuestas por las partes personadas y en este informe, resuelva lo que considere procedente".

Todo ello "incluso frente a mi percepción subjetiva de poder ejercer de forma responsable mis obligaciones profesionales como presidente de la Sala y ponente", expone el juez Pedro Izquierdo en el informe que ha elevado este mismo jueves al presidente de la Audiencia de Sevilla, Damián Álvarez, para que éste designe un magistrado que, tras instruir la causa, mandará el expediente a la Sala que resolverá la recusación.

Izquierdo advierte de que, a raíz de ambas recusaciones, "no sólo se ha visto ya perturbado el sosiego y tranquilidad con la que como ponente debería haber comenzado a abordar el estudio de las actuaciones para su posterior enjuiciamiento con la Sala, sino también, el que como consecuencia de la forma de cuestionar" su inclusión en el tribunal, "se ha visto éste también afectado, al proyectarse de forma persistente una sospecha generalizada sobre si concurrirían las garantías necesarias para afrontar la celebración del juicio".