El presupuesto de la Administración General del Estado para la lucha contra los incendios forestales suma esta campaña 85 millones de euros, según señaló ayer el delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, que destacó en rueda de prensa el uso en esta campaña de un dron que, especialmente durante la noche, realizará tareas de vigilancia y seguimiento «fundamentales frente a la detección precoz de incendios». También ayudará a delimitar el perímetro de un incendio y a su seguimiento.

El presupuesto para esta campaña se ha visto incrementado en un veinte por ciento, respecto al de 2011, año en el que Rajoy asumió la Presidencia del Gobierno, y contará este año con 1.250 efectivos, el 3,5 por ciento más que en 2016, según Sanz.

El dispositivo contará con diez medios aéreos de titularidad estatal para la extinción de incendios, cinco de ellos ubicados en territorio andaluz y los otro cinco en las provincias limítrofes de Cáceres, Albacete y Murcia.

Los cinco medios ubicados en Andalucía son dos aviones anfibios con base en Málaga; dos helicópteros Kamov en Cádiz y en Huelma (Jaén) y un avión de carga de tierra con base en Niebla (Huelva).

El delegado destacó también el «novedoso» uso sistema informático Hermes -software que mantiene un contacto constante entre diversos aparatos de comunicación- que «mejorará la gestión de los medios y de toda la información y que permite tener localizado y a la vista todos los medios que participan contra un incendio».

También se dispone de una unidad móvil de planificación y análisis con sede en Sevilla, montada en vehículo todoterreno y dotada de una estación meteorológica automática y de una unidad de recepción de imágenes enviadas desde aviones.

Dos brigadas terrestres y la Unidad Militar de Emergencia sumarán 470 efectivos, de los que 300 son militares y 160 son de apoyo de logístico, así como de 21 autobombas, 7 nodrizas y 2 empujadoras.

Sanz recordó que la Guardia Civil consiguió esclarecer el año pasado 65 de los 299 incendios registrados e imputó a 19 individuos.

El año pasado se quemaron en Andalucía 3.430 hectáreas de terreno forestal, de las cuales 934 no eran de superficie arbolada y el resto, matorral.