Andalucía cuenta con 1.114 personas mediadoras para favorecer soluciones consensuadas ante conflictos familiares, 224 de ellas en la provincia de Málaga que consiguen que situaciones «complicadas y traumáticas se resuelvan sin judicializarse». Así lo señaló ayer la consejera de Igualdad y Políticas Sociales, María José Sánchez Rubio, en Málaga, junto al presidente de la Diputación, Elías Bendodo, y el alcalde de la capital, Francisco de la Torre, durante el acto de celebración del Día Europeo de la Mediación Familiar, que se conmemora este domingo 21 de enero.

Sánchez Rubio incidió en la importancia de trabajar en la cultura de la mediación, y consideró que si los niños resuelven sus conflictos agrediéndose y pegándose será una equivocación: «Hay que trabajar con los chavales para que sepan trabajar la mediación a la hora de resolver conflictos y eso evitaría, cuando surgen conflictos en la vida, terminar en la justicia cuando son problemas en las relaciones que podrían haberse resuelto antes».

Inmaculada Gálvez, del grupo de Mediación Málaga del Colegio de Abogados, destacó durante la celebración de este día el apoyo institucional «fortísimo». «Este es el único evento en toda España en el que instituciones públicas, entidades y colegios profesionales se sientan para trabajar por la mediación, somos un referente y un verdadero ejemplo», sostuvo, añadiendo que hay que «hacer lo posible por que la mediación sea una realidad hoy, no mañana».

La consejera añadió que la Junta aborda esta mediación desde el ámbito de la justicia y a nivel educativo y social, asegurando, no obstante, que es extensible a otros como el laboral. En el caso de su departamento, se trabaja con la infancia y familia «para evitar en muchas ocasiones desamparos o agresiones en el ámbito familiar».

Por su parte, Bendodo abogó por potenciar y extender la mediación «a muchísimos ámbitos» y subrayó el trabajo de este departamento específico del Colegio de Abogados de Málaga. En los mismos términos, el alcalde, Francisco de la Torre, recordó que la capital lleva 12 años siendo «pionera» en esta materia, trabajando con unos 1.500 alumnos en zonas donde puede haber «situaciones de conflicto», destacando la eficacia de este mecanismo para que «los chicos, cuando dejen el colegio, lleven esa cultura de la mediación y no violencia a donde viven».

Sánchez Rubio subrayó la importancia de la Ley de Mediación Familiar aprobada en 2009, que impulsó políticas dirigidas a favorecer soluciones consensuadas para los conflictos familiares dentro del marco de las actuaciones preventivas dirigidas a la infancia y a las familias, «haciendo realidad el cumplimiento de las normas».