El socioecólogo y consultor ambiental y en sostenibilidad en la empresa Estudio MC Manuel Calvo apostó hoy por la escala humana y la mayor satisfacción en las relaciones sociales como claves para la 'ciudad del futuro'. En este sentido, explicó que ha de ser "una ciudad de las personas", en la que la bicicleta juegue un papel esencial en las relaciones de movilidad.

De esta forma, durante su intervención en el curso de verano de la Universidad de Málaga (UMA) 'Relaciones España-Corea: Pasado, presente y futuro. 60 años de relaciones diplomáticas', manifestó la necesidad de "idear" los espacios a escala humana porque, según explicó, "vamos a tener que encontrar más satisfacción personal en las relaciones con los demás".

Así, advirtió de que "el individualismo imperante de los últimos 25 o 30 años va a tener que ser cambiado totalmente" porque, según añadió, "se ha basado en el consumo, y ya sabemos que eso es imposible de mantener".

En este sentido, apuntó que actualmente en España "se consume tres veces más de lo que el sistema natural puede dar", de forma que la necesidad de reducir el consumo dos tercios requiere que "busquemos la felicidad en otras cosas, desde el punto de vista personal y colectivo", aseguró. De esta forma, explicó: "vamos a tener que fijarnos más en las amistades, en el comercio local, compartir más los recursos y fijarnos más en los servicios, y no tanto en poseer cosas".

Esto supone, según manifestó Calvo, "un cambio radical en cómo vemos hoy la vida" que "se va a producir gradualmente" y con momentos de "cierto traumatismo". Asimismo, matizó que no se trata de "una cuestión de si queremos o no queremos", sino que "va a tener que pasar" por la transición de un sistema en el que es posible acceder a la energía "de manera fácil o barata" a otro en el que "no tengamos o sea mucho más cara".

Calvo se mostró "muy optimista" al considerar este cambio como "una oportunidad" y advirtió de que "mientras antes empecemos, mejor". De esta forma, explicó que "si se piensan con antelación, se pueden llevar a cabo de una manera muchísimo más controlada y no necesariamente en forma de una crisis traumática".

"Yo llevo ya 15 años en esto y, desde entonces, estoy diciendo que tenemos que empezar", declaró, al tiempo que aseguró que ve que "la cosa cambia" pero, estructuralmente, "no parece que estemos todavía en ese camino", precisó.

Sistema productivo

El socioecólogo manifestó que en los próximos 10 o 15 años "vamos a tener que reorganizar todo nuestro sistema económico y productivo desde el punto de vista de las limitaciones naturales" ya que, según explicó, desde los últimos 40 o 50 años "hemos organizado nuestro modelo de vida desde un punto de vista de la disponibilidad ilimitada de recursos naturales".

Además, manifestó la dificultad de sostener a medio plazo este consumo incesante de recursos, debido a la "tremenda" dependencia de las fuentes de energía fósil por parte de este sistema urbano. Así, explicó que "todo esto requiere una reorganización completa que evidentemente también tiene tintes sociológicos".

Por su parte, consideró "bastante negativa" su visión de la habitabilidad en los últimos 40 años. En este sentido, manifestó que, por ejemplo, "le hemos dado a la ciudad el coche" y "no hay espacio ni para la habitabilidad ni la relación". De esta forma, apuntó que resulta "muy peligroso" que un niño vaya solo por la calle porque corre el riesgo de que lo atropellen, cuando "en las ciudades más modernas no ocurre", aseguró.