«El pasado no se puede cambiar, pero lo que sí se puede cambiar es el presente para tener un buen futuro por delante» , señala Sergio Hijano en la inauguración del supermercado que ha abierto junto con su mujer, Remedios García y su cuñada, Eva María Acosta, en Torre del Mar. Un establecimiento que ha sido un proyecto cargado de ilusión y energía, después de que el destino le jugara una mala pasada.

Fue en noviembre del pasado año cuando Sergio, junto con sus familiares, decidieron abrir un espacio de venta de productos alimenticios cerca de la zona de Viña Málaga, y encontraron el local idóneo para llevarlo a cabo.

Precisamente en una barriada en la que no abundan muchos supermercados, y donde comprobaron que este negocio podía tener una gran acogida por parte de los vecinos torreños y donde podrían encontrar una forma de ganarse la vida.

Fue entonces cuando se pusieron en marcha para levantar el negocio. Poco tiempo después, apenas un mes desde que empezaran a trabajar en ello, el 28 de diciembre del 2009 cambiaría la vida de Sergio totalmente.

Durante el fatídico día de los Santos Inocentes, sufrió un grave accidente mientras iba en la moto. Consiguió salir con vida, pero el impacto que sufrió le provocó una fuerte lesión medular a la altura de la tercera vértebra, ocasionándole una paraplejía que le afecta al 82% del cuerpo.

Desde el pecho hasta los pies Sergio no tiene movilidad, pero su espíritu y las ganas de seguir luchando, han hecho que pueda ver como uno de sus grandes proyectos es ya una realidad, a pesar de que desde el principio desistiera de poder trabajar junto con su mujer y cuñada.

Esto era algo que le parecía imposible, una vez se vio sentado en una silla de ruedas. «Al principio, los ves todo negro, pero eso era algo normal, teniendo en cuenta la situación en la que me veía de un día para otro», asegura.

Desde enero de este año, Sergio se centra en su rehabilitación, en el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo, haciendo su vida entre la ciudad manchega y la Axarquía.

Fue precisamente en esos momentos bajos, que parecía que había perdido un objetivo que seguir en la vida, cuando su mujer y cuñada lo animaron recordándole que tenían todavía en pie la intención de montar el supermercado.

«Era una cosa que tenía olvidada por completo, después de lo que me había pasado, y gracias a ambas, que me animaron a seguir, me acordé que el supermercado estaba ahí», indica. Y a pesar de su situación y la distancia geográfica, Sergio reanudó de nuevo el trabajo para poder abrir el local. «Sobre todo, fueron ellas las que continuaron con el proyecto y me apoyaron, mientras yo estaba en Toledo», añade.

Inauguración

La semana pasada se inauguró por fin, a todo lo grande, este negocio y amigos y futuros clientes aprovecharon para acercarse y felicitar a la familia.

Una vez complete la rehabilitación en el hospital toledano, donde le quedan ya tres meses, Sergio tiene la intención de dedicar su esfuerzo laboral en el supermercado, según «lo que permita mi grado de minusvalía, como por ejemplo estar como administrativo. Ahora quedo como pensionista, pero sigo siendo uno de los socios y me gustaría poder estar también de forma activa en el negocio».

También sus dos hijas, de siete y dos años, son otros de los fuertes apoyos con los que cuenta Sergio Hijano y una de las motivaciones para seguir adelante con la vida. Al principio contarán con cuatro trabajadores, en un local con una superficie de 160 metros cuadrados, situado muy cerca de la urbanización Viña Málaga, en Torre del Mar. «Y ya veremos si en el futuro metemos más o seguimos los que estamos», apunta Eva María Acosta.

Así, fue en ese día en el que se abrieron las puertas del local, cuando Sergio pasó con su silla de ruedas por los pasillos del supermercado, el que tanto esfuerzo le había costado levantar. Su altura no le impide comprobar que todos los productos estan en su sitio y perfectamente ordenados, ni comprobar la fecha de caducidad de los alimentos, ni saber que hay que reponer en los estantes.

Y es que a pesar de que parezca un sencillo Covirán, la historia que se halla detrás del mismo es un relato de superación personal y de la necesidad de afrontar la vida a pesar de las duras adversidades con las que nos encontramos a lo largo de todo el camino.