La turista vizcaína de 65 años que falleció ahogada anteayer, en las inmediaciones de la playa torroxeña de Ferrara –cerca de la urbanización Laguna Beach–, era Begoña Azurmendi Alegría, viuda del histórico dirigente de la izquierda abertzale Jon Idígoras. El líder vasco murió el 3 de junio de 2005, después de una larga enfermedad pulmonar.

Ambos habían sido compañeros de trabajo e iniciaron en 1968 un noviazgo que derivaría en boda apenas dos años más tarde. Desde entonces siempre permanecieron unidos en su trayectoria política, sacudida por constantes encarcelamientos. Ayer, en la localidad de Zornotza, nada más conocerse la noticia, fueron miles las personas, muchas de ellas ligadas al sector radical del País Vasco, las que expresaron su pésame a los familiares.

Begoña era natural de Amorebieta y, según testimonios de conocidos, tenía que haber regresado el pasado lunes con su familia hacia Madrid, después de pasar las vacaciones en Torrox Costa. Sin embargo, optó por quedarse, aunque fuese sola, para terminar este mes en esta localidad de la comarca de la Axarquía. Resultó especialmente sorprendente el fallecimiento por ahogamiento, al ondear la bandera verde en esta parte del litoral y haber demostrado la propia Begoña Azurmendi un «gran conocimiento» de esta parte del litoral torroxeño.

Jon Idígoras había retratado la «sintonía» con su pareja en la autobiografía que editó en 1999 con el título de El hijo de Juanita Gerrikagoitia. Ambos desarrollaron una larga trayectoria política que estuvo caracterizada por numerosos encarcelamientos y una pulso constante a las fuerzas del orden. Ayer, muchas vecinas de Torrox Costa no ocultaron su sorpresa al conocer que la víctima era viuda del popular líder vasco.

Begoña Azurmendi Alegría desarrolló una carrera política paralela a la de su esposo. Además de los continuos encarcelamientos, se exilió en 1981 tras una redada policial en la zona de su localidad natal, Amorebieta. La mujer de Idígoras había sido relacionada con un robo de explosivos en el polvorín de Soto de la Marina (Santander). La operación se saldó con 50 detenciones, 15 encarcelamientos y el exilio de al menos 12 personas, entre ellas el propio Idígoras, que ya había estado antes exiliado en Iparralde.