Mary Anne Goossens, la turista holandesa de 48 años rescatada el pasado miércoles tras estar atrapada 18 días en una poza del río Chillar en Nerja, se relaja hoy junto a su familia antes de volver a Holanda, y a pesar de la experiencia vivida, tiene claro que regresará a España, un país que adora.

Según ha explicado a Efe su hijo, Fritz Korten, ella ha pasado bien la noche, tiene buen aspecto y está "comiendo y bebiendo mucho".

Una muestra de ello es el desayuno, en el que ha tomado fruta, zumo de naranja, café, y un poco de pan con mermelada y queso holandés, ha detallado.

Tras abandonar ayer el hospital comarcal de la Axarquía, en Vélez-Málaga, en el que estuvo un día en observación de Urgencias, Mary Anne sólo busca relajarse y descansar, y pasar un tiempo junto a sus familiares, ha insistido.

Cumple así las recomendaciones del parte médico de alta, en el que se le aconseja que tome dieta líquida durante 48 horas como zumos o bebidas isotónicas y mantenga reposo, además de estar arropada por su familia.

En esa línea, Fritz Korten ha indicado a Efe que la familia ha optado por que su madre no ofrezca ninguna rueda de prensa, como reclaman los medios de comunicación, a los que su madre -ha señalado- agradece no obstante su implicación en la búsqueda y la atención en el rescate y hospitalización.

"Ella está muy agradecida", ha recalcado Korten, que no ha precisado cuando regresarán a Holanda, aunque cree probable que lo hagan este fin de semana.

Mary Anne Goossens "volverá seguro" a España porque tanto este país como Andalucía "le encantan", ha aseverado su hijo.

La turista fue rescatada el pasado miércoles después de que la tarde anterior tres excursionistas la hallaran en el fondo de un barranco del río Chíllar, en una zona próxima al nacimiento del cauce fluvial.

Durante los 18 días que permaneció aislada en el río, combatió el hambre pensando en su manera de preparar la comida y mantuvo la mente ocupada ideando cómo será la fiesta de su cincuenta cumpleaños, que celebrará dentro de dos años, según explicaron ayer sus hijos Fritz y Jantje Korten.

El tiempo que estuvo atrapada en la poza perdió diez kilos y sobrevivió gracias a que pudo beber agua y a su fortaleza anímica, según coinciden los médicos.

El embajador de los Países Bajos, Peter P. Van Wulfften, consideró "un milagro" el caso de Mary Anne Goossens y destacó las condiciones en que se encontraba después de no haber comido 18 días.