Salir a faenar a la mar vuelve a traer problemas a los pescadores de Caleta de Vélez, en Vélez Málaga. El sector solicita a la Junta de Andalucía que se busquen las ayudas económicas pertinentes ante la imposibilidad de poder capturar moluscos bivalvos debido a la aparición de una toxina que prohíbe su consumo.

El nuevo patrón mayor de la Cofradía de Pescadores de Caleta de Vélez, José Luis Guerrero, apuntó que la pasada semana les comunicaron a través de una resolución que determinadas especies marinas, como son las conchas finas, las coquinas y las chirlas, no podían capturarse. Sin embargo, en el caso de la conchas finas y coquinas sí podía hacerse en un pequeño caladero de Torrox, pero no la chirla.

«No entendemos la razones científicas de por qué unas especies sí se pueden coger y otras no», señaló Guerrero, que destacó la necesidad de ayudas compensatorias por las pérdidas económicas, similares a las que se declaran con la «marea roja».

Guerrero resaltó que la razón de dejar un caladero para faenar podría deberse a que así no serían necesarias dichas ayudas económicas, al determinarse una zona para la pesca «pero si tenemos que ir allí todos los barcos, la sobrexplotaremos en muy poco tiempo», apuntó, por lo que hoy mantendrá una reunión con representantes de la Delegación de Agricultura y Pesca para buscar soluciones a este problema.

En el puerto de Caleta de Vélez trabajan un total de 52 embarcaciones para la captura del marisco, es decir, más de 150 personas que viven directamente de este arte de la pesca. Guerrero estima que las pérdidas por barco, por cada día que no salen a la mar, se calculan en torno a los 800 euros.

María del Carmen Navas, miembro del cabildo de la Cofradía de Pescadores de Caleta, exigió además que se lleven a cabo análisis más rigurosos y permanentes sobre el estado de los caladeros de la provincia de Málaga, «ya que no es de recibo que se haya abierto la veda en mayo y junio de los moluscos bivalvos e inmediatamente se haya prohibido la pesca de este marisco».

Navas señaló que la situación de los marisqueros de Caleta de Vélez «es muy complicada», ya que durante las anteriores semanas solamente «han podido pescar dos veces por semana las conchas finas en determinadas zonas del caladero, sobre todo para evitar la sobreexplotación de los moluscos». «Si realmente los caladeros están contaminados con esta toxina, exigimos a la Junta de Andalucía que declare toda la zona como «marea roja», y de esta manera podamos recibir las ayudas compensatorias por este cierre», según Navas.

Aseguró que la pesca de estos moluscos es clave para el sector pesquero, ya que permite paliar, en buena parte, la situación que viven los pescadores durante la época de invierno, con una reducción importante del volumen de negocio y de las capturas. «Por ello confiamos en que desde el Gobierno andaluz se tome la conciencia de esta difícil situación por la que estamos pasando y se actúe en consecuencia, ayudando a hacer frente a este nuevo revés para los pescadores malagueños».