De estar trabajando tranquilamente en la mar a ser rescatados tras hundirse el barco, y todo ello en menos de media hora. Así lo relata José Martín Martín, el patrón de Caleta de Vélez (Vélez Málaga) de 51 años, del Unión Familiar, una embarcación pesquera que se hundió durante la madrugada de ayer, por lo que tanto él como sus seis tripulantes tuvieron que trabajar en muy pocos minutos para salir ilesos. A diferencia del capitán del Costa Concordia, Martín sí se quedó a bordo y veló por la seguridad de su tripulación.

A las 4.30 horas salieron a faenar. Se hallaban navegando a unas tres millas y media de la costa de El Morche (Torrox) y en una zona de setenta metros de profundidad, cuando saltó la alarma. Eran las 5.10 horas. «En el momento que lo hace, empiezan a funcionar los dispositivos de achique, pero ya al estar sonando unos cinco minutos nos extrañó», señaló Martín. Fue en ese momento cuando comprobaron la sala de máquinas, y vieron que estaba cubierta de agua.

«El motor se había apagado, y vimos que no había posibilidad de achicar el agua», resaltó Martín, por lo que tuvieron que recurrir a dar el aviso en el canal de emergencia. Además, dio la orden a los tripulantes de que se pusieran los chalecos y colocaran en el agua las dos balsas salvavidas y la embarcación auxiliar con la que contaban.

«Se puede decir que eran momentos de pánico, pero teníamos que tomárnoslo con tranquilidad», asegura Martín, mientras que se iban ubicando cuatro de los pescadores en el bote y otros dos en una de las balsas, trabajos que coordinaba el mecánico de la embarcación. Y como un buen capitán de barco, José Martín fue el último en abandonarlo. «Tenía que recoger toda la documentación», señalaba. Además debía estar atento a la radio, para recibir la confirmación de que iban a acudir a rescatarles. «El barco se hundió en unos veinte minutos», apunta, ya que cerca de las 5.30 horas tuvo que salir al encontrarse bastante escorado, saltando a la barca. La causa del hundimiento pudo estar originada en una entrada de agua a través de algunas de los maderos, por la cual empezó a inundarse el compartimiento y ocasionando la avería del motor. «Aunque todo estaba lleno de agua, por lo que es difícil saber como sucedió».

«Afortunadamente la mar estaba tranquila, ya que si llegamos a tener mal tiempo y oleaje, lo habríamos pasado bastante mal», aseguró. La suerte también quiso que el pesquero Nuevo Lurán recibiera el aviso, y se dirigiera a recoger a los tripulantes.

«Cuando nosotros llegamos allí, el barco ya prácticamente ni se veía», señaló José Pendón, patrón del Nuevo Lurán que acudió al auxilio de los pescadores. Una vez en el lugar, subieron a los tripulantes al barco y de allí fueron trasladados al puerto de Caleta de Vélez

Posteriormente, el centro coordinador de Tarifa (Cádiz) recibió la llamada del pesquero que había recogido a las personas y Salvamento envió al lugar del naufragio la embarcación de intervención rápida Salvamar El Puntal, para recoger las balsas y otros elementos que se hallaban dentro del barco y que estaban flotando en el agua.

A pesar de salir ilesos, la situación económica es bastante apurada para los pescadores veleños, y más que ahora les espera el paro a sus tripulantes, precisamente entre los que se encuentran dos sobrinos y un hijo del patrón. La embarcación se encuentra valorada en unos 360.000 euros y contaba con su seguro. Fue construida hace 36 años y adquirida por José Martín hará unos cinco años.