La mayoría de los 18 concesionarios del sector del taxi en el municipio de Torrox detuvieron ayer su actividad a mediodía, en el inicio de una serie de acciones contra el cobro de 601,01 euros «por cambiar de vehículo» que el Ayuntamiento les acaba de notificar.

La totalidad de los manifestantes denunciaron junto a su parada principal de Torrox Costa que la medida aprobada en 2006 mediante la modificación de las ordenanzas municipales no se ha aplicado durante los últimos cinco años y «llega ahora, en plena crisis y con carácter retroactivo».

Los taxistas mostraron un listado con lo que otros municipios cobran por este mismo concepto. Destacaron que Torrox cobraba hasta 2005 un total de 159,32 euros, «muy por encima de localidades como Nerja, con 100 euros, o Marbella, donde se aplican apenas 70 euros». Pero es que en Málaga capital o Rincón de la Victoria sólo se tramita una tasa mínima, de «apenas 28 euros», mientras que Vélez Málaga o Algarrobo optaron en su día por dejar «exento» de este impuesto a sus concesionarios.

«Resulta especialmente doloroso que cuando fallezca uno de nosotros , para tramitarse la cesión a la viuda o familiar directo, encima tengamos también que hacer frente a un pago de 1.202,02 euros», tal y como figura en la propia ordenanza. Los taxistas subrayan que tienen como plazo hasta el 20 de abril para abonar el impuesto y que lucharán hasta entonces para que el pleno torroxeño lo suspenda. Además, han recibido el apoyo de la Asociación Comarcal Autoturismo, que agrupa a taxistas de las comarcas de Antequera, Serranía de Ronda, Costa del Sol, Guadalhorce y Axarquía.

Apenas tres concesionarios han quedado excluidos de este nuevo impuesto, debido a que no han sustituido sus vehículos desde 2005. No obstante, en las protestas todos participan de forma solidaria. En unos días empezarán además a repartir octavillas entre sus clientes y no descartan una recogida de formas. «Estamos en un momento de crisis, con un invierno en el que no se trabajaba apenas y es muy grave que se nos imponga este pago». Agregan incluso que se trata de un cobro «injusto», al representar un incremento del 350% sobre la tarifa establecida hasta 2005.

«No es un impuesto anual». El alcalde torroxeño, el socialista Francisco Muñoz, que ha mantenido ya encuentros con este sector para resolver diversas cuestiones, sostiene que no cabe calificar esta liquidación como injusta. «A nadie nos gusta pagar, pero las tasas e impuesto hay que ejecutarlos. Es lo que nos permite mantener los servicios públicos. Además, no deben hacer frente a esos pagos cada año, porque la vida útil de un vehículo puede ser de hasta cinco o seis años. Y si se cambia con más frecuencia es porque se hace mucho uso y se generan recursos». Muñoz recuerda que otras concesiones, como los chiringuitos, incluso tienen una liquidación anual.