Fue justo antes de la Semana Santa del año 2009 cuando se anunció por parte del anterior Gobierno local que la segunda fase del tranvía de Vélez Málaga entraría en funcionamiento tras recepcionar el Ayuntamiento las obras de construcción del trazado. Sin embargo, tres años después, este medio de transporte sigue sin pasar por dichas vías.

Precisamente estos trabajos, que contaron con una inversión de cerca de ocho millones de euros, servirían para conectar con el centro de Vélez Málaga, a la altura de la avenida Explanada de la Estación. Este recorrido, de 1,2 kilómetros y que comunica con el parque Jurado Lorca, amplía la distancia actual que cubre hasta Torre del Mar.

Y es que los elevados costes de mantenimiento del servicio –a lo que se suma la deuda que ha venido arrastrando el Consistorio con la empresa concesionaria de su explotación, Travelsa, que se han cifrado en torno al millón de euros en cada período– han impedido en estos años que se pusiera en marcha.

«La segunda fase no la vamos a poner en marcha de momento. Seguiremos garantizando un mantenimiento adecuado de este trazado hasta que encontremos una solución efectiva», señaló el alcalde veleño, Francisco Delgado Bonilla (PP). «No estamos en contra del tranvía, pero sí de la forma en la que se puso en marcha», en referencia al convenio y a los estudios de viabilidad efectuados en años anteriores, cuando era alcalde Antonio Souviron (PSOE).

Aún así, en este momento tampoco podría ponerse en marcha por un problema técnico: en julio del pasado año un camión pluma se enganchó con el cableado del tramo y rompió partes del sistema de conexión, ocasionando unos destrozos que todavía no ha sido reparados. «Estamos cerrando el acuerdo con la parte indemnizatoria para reponer cuanto antes la instalación que fue destrozada por el accidente».

Las cifras del tranvía también suponen un importante lastre económico teniendo en cuenta el descenso paulatino de viajeros en los más de cinco años que lleva. Precisamente 2011 fue el año que registró la cifra más baja de usuarios, con cerca de 676.000 lo que supone un déficit de un millón de euros.

La cifra de estimación es de 1,2 millones de clientes, por lo que la diferencia la abona el Ayuntamiento. En el primer año usaron este medio de transporte unos 908.857 viajeros, 722.126 en el 2008; 695.038 en 2009; y 701.064 en el 2010. Es decir, en ninguno de estos casos se ha superado la cifra de previsión.

Para ello, se establece una tarifa técnica que empezó siendo 1,42 euros el primer año –el usuario pagaba 1,30 euros– para contemplar el pago a la concesionaria. En diciembre de 2009, debido a la disminución de ingresos y con la compra de una tercera unidad móvil, se aprobó un incremento a los 1,68 euros. El pasado año volvió a aprobarse una nueva subida, hasta llegar a los 1,82 euros.

Por estos motivos, el actual equipo de Gobierno se planteó paralizar temporalmente el servicio, motivado también a que la Junta de Andalucía no se comprometía económicamente a paliar el déficit de la explotación del servicio.

Por ello pensó en hacer efectiva esta medida en noviembre de 2011, aunque se han ido concediendo por parte del Ayuntamiento una serie de prórrogas para llevarlo a cabo. Ahora esperarán hasta el próximo mes de abril, una vez se configure el nuevo Gobierno autonómico.