Durante gran parte de la década de los ochenta, una serie estadounidense hacía furor en la pequeña pantalla, y llegó también a la televisión española. Se trataba de El coche fantástico, un inteligente vehículo conducido por Michael Knight, que era interpretado por un joven David Hasselhoff; y que se veía envuelto en numerosas aventuras. Y en Vélez Málaga, lo conduce José Antonio Soto.

Precisamente este vecino de la capital axárquica cuenta con una de las doce réplicas que se hicieron para esta serie de cuatro temporadas, una pequeña joya automovilística que adquirió en 2007. Y es que se trataba de uno de sus sueños de la juventud, desde que a los 14 años supiera de las hazañas de Kitt, o lo que es lo mismo, el «coche fantástico».

Su color negro, el scanner con la característica luz roja en la parte frontal, su completa zona de mandos e incluso algunas grabaciones para emular la voz que se comunicaba con Michael, son algunas de las cualidades de esta maravilla de la automoción. Lo único que le falta, que acuda a la llamada de su dueño.

«Me acuerdo de la primera vez que vi El coche fantástico. Fue en una de esas tardes de verano del año 1982, sentado frente a la televisión. Ya me quedé impactado con el primer capítulo, un coche que hablaba sólo y que interactuaba con todo a su alrededor», destaca Soto montado en el vehículo.

«Estuve durante mucho tiempo investigando, no me quitaba el coche de la cabeza. Incluso compre un par de modelos Pontiac para hacerlos «coches fantásticos». Entonces di por internet con un museo en Londres que contaba precisamente con uno, que lo tenían desde que terminó la serie. Estuve pujando hasta que lo conseguí».

Un vehículo que cuenta ya con treinta años «y que venía un poco tocado, de la gente subirse en él y la tapicería se encontraba también algo deteriorada». «Afortunadamente soy mecánico, que me hice por esta ilusión, y poniendo mucho de mi tiempo he conseguido dejarlo tal como está actualmente». Sobre todo es un espectáculo cuando sale con él a la calle, lo que atrae la mirada de numerosos curiosos. «Hace poco lo saqué del parking, y cuando me quise dar cuenta había veinte o treinta personas mirándolo, la gente alucinaba y lo reconocía fácilmente por el scanner». Hasta los niños más pequeños lo conocen, ya que hace poco se hizo una revisión moderna de la exitosa serie. Jose Antonio incluso recibió una llamada para que saliera en una película, concretamente para Campamento Flipy que se rodó en Gijón «pero iba a quedar muy larga, así que fueron recortando algunas escenas y al final se quedó fuera».