El periodista Ángel Ruiz es el nuevo gerente de la Fundación Cueva de Nerja, como proclamaban esta semana de manera oficial las máximas autoridades del monumento con más visitas de la provincia. Después de más de 14 años como responsable del Centro Cultural Villa de Nerja, explica que le toca la difícil tarea de hacer frente a los gastos del nuevo museo del casco histórico nerjeño y de cambiar la tendencia de pérdida de turistas, a través de la promoción de las extraordinarias características de tan singular enclave prehistórico.

¿Hasta qué punto cabe la preocupación sobre el peso que ha perdido la Cueva como destino?

Los datos son rotundos. Desde el año 2005 hasta ahora se ha experimentado una pérdida de más de 65.000 visitantes anuales. Bien es cierto que ese descenso ha sido progresivo y que está presente la crisis. Pero otros monumentos no han tenido en la Costa del Sol tal variación. Incluso han ganado visitas, como apuntaba hace unos días el subdelegado del Gobierno en Málaga. En esta nueva etapa queremos invertir la tendencia con la implantación de un eficiente departamento de comunicación del que siempre ha carecido. Queremos cubrir tal aspecto y añadir una partida específica dedicada a promoción para mejorar una imagen de la Fundación que se ha ido diluyendo.

¿Se refiere también a cambios en el material divulgativo?

Hoy por hoy estamos ya trabajando en nuevos diseños para el Museo de Nerja, como es la incorporación de las pinturas rupestres cuyo origen se analiza actualmente y que podrían, con todas las reservas de una investigación recién abierta, ser las primeras que se pueden atribuir en el mundo a los neandertales. Pero la imagen de la Cueva va más allá. Se ha detectado que tenemos un grado de satisfacción por parte de los visitantes muy superior al de los otros espacios monumentales de la provincia. Pero, por ejemplo, no aparece la Cueva en las revistas de las navieras. Queremos que a partir de ahora los cruceristas sepan que deben visitar esta cavidad, al igual que saben de otros recintos de la Costa del Sol.

Otro reto es atraer visitantes al nuevo Museo de Nerja.

Ahí tenemos una necesidad ya histórica. Este monumento nació de la intención de crear un flujo de visitantes desde la Cueva hacia el casco urbano nerjeño, pero justo ahora, con un interés enorme por parte de los visitantes por conocer cómo son las posibles primeras pinturas rupestres hechas por neandertales, y más concretamente esas figuras con forma de focas, toma más valor que nunca la réplica del camerín de los pisciformes que existe en el museo.

¿Resultar ser, como en Altamira, una copia casi perfecta?

Es idéntica. El nuevo museo ya había incorporado estas réplicas ya incluso antes de datar esas pinturas de las Galerías Altas de la Cueva, de la zona no visitable si no practicas la espeleología. Y de repente es lo que más buscan los turistas. Por lo pronto ya sabemos que la Cueva estuvo habitada hace al menos 43.000 años, por las últimas pruebas; o que se hicieron luminarias en conchas del mar, donde introducían grasa animal para pintar y las normas arqueológicas dictan que ese periodo corresponde a neandertales. Aunque algunas corrientes científicas no quieran admitirlo, creo que hay una evidencia. Y además estamos en la ruta del neandertal que pasa por Zafarraya y Gibraltar. La Cueva aún alberga muchos tesoros y los seguiremos descubriendo, pero algunos están aquí.

Usted está también trabajando ya en el Festival de la Cueva.

Con una novedad muy significativa: que la Gerencia de la Fundación por primera vez está trabajando en diseñar el cartel de artistas. Hasta ahora se contaba con personas de prestigio, pero externas. Así vamos a ahorrar costes, sobre todo por mi experiencia anterior en el Centro Cultural. Podemos avanzar ya que se gastará menos y que venderemos al fin las entradas de forma telemática.