En el mismo momento que un vecino denuncie que un local está funcionado después del horario de cierre o que la música es más alta de la permitida, se va a poder comprobar si efectivamente se están produciendo estos incumplimientos. El Ayuntamiento de Vélez Málaga está trabajando para implantar un sistema telemático que le permita conocer en tiempo real el nivel acústico de los locales de ocio nocturno de Torre del Mar.

El concejal de Comercio, Emilio Martín (PP), indicó que este ha sido uno de los acuerdos adoptados en las últimas reuniones mantenidas con la Asociación de Comerciantes de Torre del Mar, «sobre todo ante las denuncias que muchos vecinos hacen de locales próximos a sus viviendas».

Esta tendencia ha sido más frecuente tras la sentencia del caso Ipanema, una de las más altas por contaminación acústica de España y que se cifró en 2,8 millones de euros para el Ayuntamiento; notándose un incremento en el número de avisos de residentes con pubs nocturnos o discotecas situadas cerca de sus viviendas.

«La idea es que desde la policía puedan controlar, a través de una conexión telemática con los limitadores de sonido que cuentan estos locales en su interior, el nivel de decibelios una vez que se produzca alguna queja», aseguró Martín. En este sentido, se podrá actuar con los pubs que infrinjan la ley «pero otra cosa es el ruido que hace la gente en la calle, que eso ya es fuera del pub».

«Con ello, se quiere defender los intereses de los establecimientos de hostelería y los bares de copa que cumplen con el límite de ruido, y que se sancione a aquellos que no respetan la normativa», señaló el presidente de la Asociación de Comerciantes de Torre del Mar, Manuel Segovia. «La Ley Antitabaco hace que mucha gente salga de los pubs para fumar, y hable en la calle mucha veces más alto de la cuenta; pero esa responsabilidad ya no es de los negocios».

El Consistorio veleño ha estado efectuando mediciones en dichas zonas durante el último trimestre del pasado año, en el entorno de este tipo de establecimientos, dando como resultado un nivel inferior a los 40 decibelios; el máximo permitido que puede alcanzar en las viviendas.