De un llamativo color rojo y de un sabor dulce y exquisito. Alfarnate acogió ayer la séptima edición del Día de la Cereza, una jornada que reunió a numerosos visitantes que se acercaron para probar esta pequeña fruta. Así, se repartieron entre la venta en expositores y en degustaciones más de 5.000 kilos. De hecho, gratuitamente se dieron a probar a los asistentes unos 180 kilos. Y es que este pequeño municipio de apenas 1.300 habitantes se ha convertido en uno de los principales productores de cereza de la provincia, «y que puede llega a generar al año cerca de 300.000 kilos», señaló el alcalde de la localidad, Jose María Ruiz (PSOE).

Una de las curiosidades de esta fiesta es el concurso de lanzamiento de huesos de cereza, donde los participantes compitieron entre sí para escupir las pepitas la mayor distancia posible. Tras la apertura de la zona de expositores, que este año contó con un total de trece en el pabellón deportivo, tuvo lugar el pregón oficial a cargo de la secretaria de Política Social del PSOE y exministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, que resaltó el valor y carácter del pueblo axárquico «que se ha convertido en el mejor ejemplo de que hay que reinventarnos en tiempos de crisis».