Un bañista natural de la localidad granadina de Zafarraya, E.S.P. de 46 años de edad, falleció ayer ahogado, poco antes de las seis menos cuarto de la tarde, cuando acababa de entrar en el agua y se hallaba a apenas diez metros de la orilla. El hombre, soltero y sin hijos, pasaba unos días de vacaciones en un inmueble que posee en el cercano término de Algarrobo.

Fueron dos compañeras de trabajo, también docentes como él en la pedanía de Ventas de Zafarraya, las que precisaron algunos detalles más sobre el fatal incidente: «Ha sido algo que no esperas ni te imaginas. De repente nos han dicho que había un hombre flotando en el agua y es cuando nos hemos dado cuenta de que era él», indicaba una de ellas. Según fuentes de la Guardia Civil, el cadáver fue encontrado a una profundidad de apenas un metro, con lo que se llegó a barajar la hipótesis del fallecimiento como consecuencia de un ataque al corazón o cualquier otra disfunción que hoy será determinada mediante la autopsia.

Hasta el lugar acudieron efectivos del 112, aunque únicamente para certificar el fallecimiento del hombre. También participaron en el dispositivo de salvamento tanto agentes de la Policía Local de Torrox, que acordonaron el tramo de playa donde se produjo el fallecimiento, como voluntarios de Protección Civil, en unas primeras tareas de coordinación y en virtud de que este cuerpo es el encargado de vigilar las playas torroxeñas.

Precisamente, según confirmaron a este periódico responsables provinciales de controlar el estado de las playas, se trata de la primera víctima de esta temporada estival que fallece en Málaga por ahogamiento y en unas circunstancias propias de la campaña de baños. Las autoridades destacan la importancia de guardar el preceptivo intervalo de tiempo desde la última comida antes del baño y la necesidad de estar pendiente de las banderas que señalan el adecuado estado del mar.