Dedicarse al marisqueo en la provincia cada vez es más complicado. Obligados a cumplir el tercer paro por marea roja en el plazo de un año y con apenas uno de los tres pagos en la cuenta, por ahora, los pescadores están al límite de la paciencia. Así lo expresaban ayer a este periódico en la Lonja de Caleta de Vélez. «Entre mareas rojas y el inicio de las prospecciones frente a las costas de Nerja y Torrox, estamos por amarrar los barcos definitivamente». A José Luis Guerrero, patrón mayor de la Cofradía de Pescadores veleña, hace tiempo que no le salen los números.

Existe preocupación por el coste de los carburantes y de otros gastos fijos que ahogan el futuro del marisqueo. Pero es que acaba de terminar un verano especialmente negro para la pesca del boquerón, con unas cifras mínimas, y absolutamente histórico en cuanto a la bacaladilla. «Sospechamos que esta especie, que es propia de los fondos marinos, se ha ido de nuestra costa porque han empezado las investigaciones para las prospecciones que se autorizaron el año pasado en el límite con Granada», aclara. Este asunto también se pondrá sobre la mesa en una próxima reunión con la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente de la Junta.