La localidad axárquica de Alcaucín registró esta pasada madrugada el primer movimiento sísmico de una fecha tan señalada como la del 21 de diciembre. El terremoto de 3,5 grados en la escala de Ritchter se registró a la una y 23 minutos de la madrugada y a una profundidad de 31 kilómetros, según informa el Instituto Geográfico Nacional, pero algunos habitantes del interior de la comarca de la Axarquía con residencia en las plantas superiores de los edificios pudieron percibir el temblor.

Durante los minutos posteriores y como consecuencia de las réplicas que se sucedieron hasta las dos y media de la madrugada, ciudadanos de municipios de la comarca de Antequera e incluso del sur de la provincia cordobesa aseguraron haber sentido cómo el suelo de sus viviendas experimentaba un leve movimiento. Así lo señalaron, en algunos casos, a través de las redes sociales o mediante llamadas telefónicas a agentes policiales.

Este leve terremoto se ha producido justo unos días después de que el Instituto Geográfico nacional alertase de que las localidades jienenses de Sabiote o Torreperogil registrasen hasta 40 temblores diarios. En todos esos casos, la magnitud nunca alcanzó los 3,5 grados del movimiento sísmico de esta pasada madrugada, señalado dentro de la misma placa tectónica de la Cordillera Penibética. Los vecinos de esos términos jienenses han pasado de la perplejidad de los primeros días a la preocupación.

Sobre todo ha resultado llamativo que el Ministerio haya instalado una unidad móvil en la zona, para certificar en todo momento la magnitud de los acontecimientos. Otro movimiento que ha desatado la alerta esta semana se registraba en tierras murcianas. Aunque tampoco se han producido daños, los habitantes del entorno de Lorca han rememorado la fecha del 11 de mayo de 2011.

En la Axarquía aún permanece en la memoria colectiva el último gran terremoto acontecido en la provincia, que se remonta al 25 de diciembre de 1884. Aunque hayan transcurrido 128 años, aquel temblor de una magnitud de entre 6,2 y 6,5 grados, con 10 segundos de duración, generó a uno y otro lado del límite geográfico entre las provincias de Málaga y Granada más de 1.000 víctimas mortales y el doble de heridos.

El epicentro se localizó en Arenas del Rey y tuvo como respuesta inmediata, por parte del Estado, la visita del rey Alfonso XII hasta localidades como Torrox o Nerja. Se asegura que, en esta última localidad, una expresión suya le dio nombre al actual Balcón de Europa nada más asomarse al acantilado existente en pleno casco urbano.