Ayer era el día señalado. Cerca de 53 años después de que el tren vapor que unía Málaga con la localidad granadina de Ventas de Zafarraya realizara su último trayecto -en mayo de 1960-, los Reyes Magos partían del límite entre la comarca malagueña de la Axarquía y la del Poniente granadino. Toda la comitiva festiva quiso ser la primera en subir a un tren que, a una escala menor, rescata para su uso turístico más de un kilómetro del trazado original.

Cuentan orgullosos los encargados de hacer posible este proyecto, que el tren cremallera que conectaba Periana con la localidad de Ventas, pasado el Boquete de Zafarraya, era similar al que hoy en día se conserva en enclaves catalanes como Montserrat y Valle de Núria. Y que esta novedosa iniciativa, la de crear un nuevo vapor sobre vías de 10 pulgadas, sólo encuentra dos referentes en Barcelona. «En un futuro habrá más ferrocarriles turísticos como el instalado en Zafarraya, pero el primero de Andalucía está aquí», señala José Luis Pinilla, de la empresa Mare Ingeniería Ferroviaria.

A este amante de la tradición del tren en España se le han unido los hermanos Moreno, José Antonio -maquinista- y Francisco -revisor-. Éste apunta que han sido meses y meses de pruebas: «El tren se instaló hace un año, recién traído desde Castellón, donde se hizo a escala sobre los modelos del original, perteneciente a la empresa concesionaria del servicio, Ferrocarriles Suburbanos de Málaga. Y ya está listo para comenzar a realizar en pocas semanas los primeros trayectos con turistas».

La intención es la de divulgar el nuevo tren entre visitantes de Málaga y Granada, ofreciéndoles con billete combinado la visita a un museo local del tren, donde también se muestran aperos y útiles antiguos, así como otras actividades de turismo activo: desde parapente hasta senderismo. Hasta 30 personas, distribuidas en tres vagones, pueden disfrutar del paisaje y de vistas únicas del interior de la Axarquía o del núcleo urbano de Ventas de Zafarraya.

Pinilla matiza que ayer se puso en marcha esta «réplica» del antiguo tren de la Costa del Sol, con locomotora y vagones hechos sobre maquetas originales, y que acaban de cumplirse justo 90 años desde que llegó el primer tren a la localidad granadina procedente de la capital malagueña, en el año 1922. «Es sólo una coincidencia, pero no deja de resultar curioso», agrega.

Un enclave privilegiado

Los encargados de impulsar este tren de vapor para uso turístico destacan las ventajas que encierra su localización, a menos de una hora de Málaga capital, pero también de La Alhambra. Y explican que su puesta en marcha ha sido posible con el esfuerzo conjunto de cuatro organismos: los fondos de desarrollo de la Unión Europea y los de la Junta de Andalucía, Poniente granadino y el departamento turístico de la Diputación de Granada. En total, cerca de 200.000 euros de aportación solidaria para impulsar este destino colindante con los denominados Pirineos de la Axarquía: Alfarnate y Alfarnatejo.

Ventas de Zafarraya, tradicionalmente, ha sido un lugar de paso para los transportistas axárquicos, debido a que alberga importantes explotaciones hortofrutícolas. Pero ahora se ha abierto al turismo, con rutas a pie hasta La Maroma (2.068 metros) o a caballo. Ahora hasta ofrecen tren.