­Los tribunales han dictado sentencia, justo una semana después de la agresión de un padre a un profesor del instituto de Enseñanza Secundaria Reyes Católicos de Vélez Málaga. El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Vélez Málaga condenó ayer al agresor a ocho meses de prisión y al pago de una indemnización de más de 430 euros por la comisión de un delito de atentado contra funcionario público y una falta de lesiones.

El hombre no entrará en la cárcel al no contar con antecedentes penales, «y ahora está obligado a no delinquir durante dos años, porque en caso contrario se le quitaría el beneficio de la suspensión de la condena», especificó la abogada de Comisiones Obreras defensora del profesor, María Dolores López.

Según la letrada, el padre «ha reconocido los hechos» y, al aceptar la pena solicitada por el fiscal y la acusación particular, que pedían un año de prisión, se le ha reducido la condena a ocho meses. La cuantía económica obedece «a los daños que ha recibido el profesor, tanto corporales como psicológicos, y por la reparación de las gafas».

Precisamente, el municipio vivió ayer una jornada de protesta en la que se defendió el derecho a la educación y el rechazo contra este tipo de actos violentos. Los actos comenzaron a la una de la tarde, la misma hora en la que tuvo lugar el suceso el pasado miércoles, por lo que alrededor de 600 alumnos, algunos de ellos procedentes de otros centros educativos, se concentraron a las puertas del instituto. Los jóvenes portaron carteles con frases como «El instituto agredido, unidos contra la violencia» o «Ni una agresión más».

Posteriormente, a las cinco y media de la tarde partía una manifestación desde el propio Reyes Católicos, formada en su mayoría por profesores de colegios e institutos de la comarca, que recorrió las principales calles de la localidad hasta llegar al Ayuntamiento, en la plaza de las Carmelitas, reuniendo a cerca de 500 personas. El alcalde veleño, Francisco Delgado Bonilla, así como miembros de la corporación, también participaron en la marcha.

El director del instituto, Daniel Martínez, comentó «que se trata de un funcionario público en el ejercicio de su profesión; es una autoridad, a la que por tanto no se puede agredir. Hay que hacer ver a la ciudadanía que no se puede saltar la legalidad así y mucho menos agredir a una persona que se dedica a la enseñanza de sus hijos».

Martínez resaltó que la víctima no dio clases ayer al celebrarse el juicio, aunque estuvo impartiendo las clases con normalidad tras el suceso. «También sabemos que otros centros de Primaria han hecho concentraciones de apoyo».

Los hechos tuvieron lugar en el centro educativo durante el horario de clases, el miércoles de la semana pasada. El profesor de Latín llamó la atención de una alumna debido a que se ausentó del aula sin solicitar permiso. Tras ello, la joven llamó por teléfono móvil a su padre, residente en Benamocarra, para que acudiera a recogerla.

Una vez se personó en el instituto, su hija le comentó lo que había sucedido; por lo que el padre se dirigió a la clase donde se encontraba el docente. Dentro del aula y según la dirección del centro, tras una discusión verbal entre ambos, el condenado cogió al profesor de la cabeza y le dio un fuerte empujón que hizo que cayera al suelo. Por el golpe, sufrió heridas leves en la frente y en la sien. Los hechos fueron denunciados ese mismo día ante la Comisaría de la Policía Nacional en Vélez Málaga.