El alcalde de Vélez Málaga, Francisco Delgado Bonilla (PP), señaló ayer que pueden existir indicios de «prevaricación», en la adquisición de la tercera unidad del tranvía en el municipio. Ésta fue ordenada por el exregidor socialista Antonio Souvirón, para que se pudiera poner en marcha la segunda fase, que discurre entre el parque Jurado Lorca y la avenida Explanada de la Estación.

Así lo señaló durante una entrevista en una radio local, como consecuencia de una conversación en una red social con el anterior alcalde socialista. En la misma que Bonilla instaba a Souvirón a que le aclarara el procedimiento de la compra del vehículo, y que declaraba que era «nulo de pleno derecho».

«Se incumple la ley de contrato y puede haber una supuesta prevaricación, ya que se compra una unidad que origina un gran desequilibrio económico y que supuso un coste de 2,7 millones de euros», un hecho que según el regidor veleño consta en el informe de la auditoría que entregó la Cámara de Cuentas de la Junta de Andalucía y que refleja que no se incluyó en el contrato

Delgado Bonilla informó a comienzos de este mes que la compra del tercer tren se realizó sin procedimiento administrativo alguno y que fue durante la etapa del Gobierno popular, en agosto de 2011, cuando se reconoció el contrato de la misma, ya que la concesionaria del sistema de transporte iba a iniciar un procedimiento judicial contra el Ayuntamiento.

El tranvía supuso un coste de unos cuarenta millones, y conectaba desde octubre de 2006 Vélez Málaga con Torre del Mar, en un trazado de 4,7 kilómetros en su primera fase. La segunda fase de 1,2 kilómetros, nunca entró en funcionamiento. El servicio fue paralizado el 4 de junio de 2012 alegando las pérdidas económicas que estaba generando este sistema de transporte, sustituyéndose por un nuevo servicio de autobuses. En cuanto a los vehículos, el Ayuntamiento de Vélez Málaga está estudiando la opción de alquilarlos a la ciudad australiana de Sidney, una oferta que fue presentada por la empresa constructora CAF.