La concejala torroxeña de Turismo, Mari Nieves Ramírez, reconoce que casi está perdida la batalla para lograr que aprendan español los residentes alemanes, mayoritarios al representar un tercio del total de foráneos empadronados. «Al ser casi 3.000 y estar localizados en su mayoría dentro de un mismo espacio urbano, en Torrox Costa, poseen sus propios establecimientos, desde bares hasta panaderías, donde no necesitan conocer nuestro idioma para su día a día».

Es el Consistorio el que se preocupa de mejorar el acceso de sus servicios o actividades a esta importante cuota poblacional: «En breve vamos a inaugurar el teatro y estamos trabajando para integrar a la población alemana, mediante agrupaciones culturales como el coro provincial que tiene su sede aquí. Entre otros aspectos tenemos muy claro que toda la difusión debemos desarrollarla en su idioma y también en inglés», argumenta.

Ramírez explica que el perfil del residente centroeuropeo es de persona de avanzada edad, por lo que en general «no se moviliza electoralmente y únicamente se preocupa por el estado óptimo de los servicios públicos. No nos demandan grandes infraestructuras ni proyectos significativos», indica.

Javier López, camarero argentino de Cafetería Miguel, en Torrox Costa, destaca entre las anécdotas de su clientela teutona «que pida el café con tapa de boquerones al mediodía». Y Guido Bauer, propietario de una de las inmobiliarias más veteranas de la zona, confía en que la comunidad germana de Torrox «sea eterna, como los restos romanos que tenemos en el Faro». De ascendencia germana, él mismo reconoce que la urbanización «está hecha con buenos cimientos» y que cada vez «habrá más y más alemanes en Torrox». fran extremera torrox