Los conocimientos de matemáticas, física y química o ciencias medioambientales pueden tener una aplicación muy divertida a la vez que ilustrativa. Así lo demuestran cada año en el instituto Bezmiliana de Rincón de la Victoria, que en la jornada de ayer y también durante el día de hoy acogen la quinta edición del Encuentro de Ciencias, donde se congregan más de 3.000 estudiantes.

Una cita ineludible para los alumnos de este centro, que participan a través de su propio club y que este año también han contado con la presencia de estudiantes de más allá de las fronteras andaluzas como del Carmen Burgos de Seguí de Alovera (Guadalajara) o del colegio Internacional del Pirineo de Andorra.

Los aparatos y la maquinaria son los que suelen llamar la atención del alumnado. De hecho, en el centro del patio se podían contemplar algunas pequeñas recreaciones de inventos que fueron diseñados por el reconocido artista italiano Leonardo Da Vinci, como pueden ser un puente desmontable o un carro de batalla, elaborados por los alumnos del colegio Nuestra Señora de los Milagros de Algeciras. «La máquina de guerra es la más llamativa, ya que a través de un sistema de rotación hacía girar la jaula que sujeta las bolas, para golpear al enemigo», explicaba Javier Fraile.

Los brazos electrónicos o las grúas son otro de los reclamos para los curiosos. «Nosotros hemos diseñado una grúa hidráulica, que trabaja gracias a la presión del agua», comentaba Carles Mulugeta del instituto Chaparil de Nerja, muy conocedor de su trabajo elaborado junto con otros compañeros, «que es un sistema muy parecido al que utilizan las excavadoras reales, pero con pistones de mayor potencia»

Tampoco faltaron uno de los experimentos más atractivos por su colorido a cargo de estudiantes rinconeros, que es la muestra de creación de cristales de ADP o fosfato diácido de amonio. «Para crearlos tenemos que usar sulfato y agua con una temperatura muy alta, a 90 grados centígrados; y después le echamos el colorante para que quede mucho más vistoso», apuntaba Isi Martín.

Y así, pasando por cada stand se descubre cómo una oruga se transforma en mariposa, los mecanismos que permiten que se abra una puerta automática o cómo funciona un globo aerostático. «Es un encuentro que va creciendo con el paso de los años, ya que la primera edición fue para alumnos del centro y ahora contamos con colegios de Málaga y de fuera de Andalucía incluso», indicó Francisco Agapito, director del centro, que destacó la participación de otras asociaciones y colectivos como el Jardín Botánico de la Concepción o el mariposario de Benalmádena.

@JuanjoZayas